Nueva hipótesis para la depresión
( Publicado en Revista Creces, Junio 2001 )

No se conoce la verdadera causa de la depresión, pero la teoría hasta ahora mas aceptada, sostiene que se debería a un desbalance bioquímica de los neurotransmisores. Ahora aparece otra, que atribuye la enfermedad a la incapacidad del cerebro de generar células nuevas.

La depresión es una enfermedad mental muy angustiante, y los que la sufren se ven envueltos en un ciclo que nubla su mente, del cual no se pueden escapar. La droga fluoxetina (Prozac) se ha demostrado útil para su tratamiento, pero son muchos los que a pesar de ella, posteriormente recaen, y muy a menudo las nuevas crisis son más acentuadas que las primeras. Nadie sabe cuál es la causa, aun cuando muchos neurocientistas la atribuyen a un desbalance de la química cerebral, que afecta a neurotransmisores (sustancias químicas que comunican las células cerebrales entre sí), especialmente a aquellos relacionados con la respuesta cerebral al placer.

Recientemente un grupo de neurocientistas ha elaborado una teoría diferente, pero complementaria, y creen que la causa de la depresión estaría en un bloqueo en el proceso normal de generación de nuevas células en el cerebro (neuronas). Esta nueva hipótesis, si se hubiera planteado tres años atrás, habría aparecido como ridícula, ya que hasta ese entonces se sostenía enfáticamente que las neuronas del cerebro adulto no podían regenerarse. Pero recientemente se ha descubierto que las neuronas del cerebro adulto también se están regenerando (Science, Marzo 27, 1988, pág. 2041).

Durante los últimos años, han sido varios los investigadores que han demostrado que en el cerebro adulto crecen nuevas células, especialmente en la región llamada hipocampo (Science, vol. 288, Junio 23, 2000, pág. 2111). Se sabe que esta zona cerebral tiene que ver con el aprendizaje y la memoria, pero también está relacionada con las alteraciones emocionales.

Por otra parte, muy recientemente se ha observado que en los pacientes con depresión, la zona cerebral del hipocampo es de menor tamaño (Science, Octubre 13, pág. 258, 2000). Más aún, en experiencias con animales y también algunas observaciones en humanos, se ha comprobado que las drogas antidepresivas incrementan el crecimiento celular en el cerebro, y tal vez por ello tendría un efecto favorable. Ronald Duman y sus colaboradores de la universidad de Yale, han demostrado en ratas, que la administración de drogas antidepresivas, como también ocurre con la terapia de electroshock, estimulan grandemente la aparición de nuevas células en el hipocampo. Más aún, el ejercicio mantenido en la rata, tiene un evidente efecto antidepresivo, y al mismo tiempo en ellas se ha demostrado un incremento considerable (más de dos veces) en la aparición de nuevas células. Precisamente los clínicos recomiendan el ejercicio a los pacientes con depresión.

Con todos estos antecedentes, Barry Jacobs de la Universidad de Princenton, junto a otros investigadores, piensan que la depresión podría estar relacionada con una interrupción del ciclo de generación de nuevas células cerebrales.

En 1996, Yvette Sheline y sus colaboradores de la Facultad de Medicina de la Universidad de St Louis, publicaron un estudio en el Proceeding of the National Academy of Science, que incluía 10 pacientes con depresión, en los que se había determinado por medio de la resonancia nuclear magnética, el tamaño del hipocampo. Observaron que éste tenía una reducción del volumen, que variaba entre un 12 a un 15% menos en relación a los normales.

Por otra parte, Grazyna Rajkowska neurocientista y sus colaboradores de la universidad de Mississippi en Jacksonk, publicaron en el Biological Psychiatry (1999) un trabajo en que se hacían estudios cerebrales de 23 pacientes fallecidos, que habían padecido de una depresión mayor, o desorden bipolar, con ciclos de manía y depresión alternativos. Encontraron en sus cerebros un menor número de neuronas y glias (células de soporte) en la zona de la corteza prefrontal, un área del cerebro relacionada con las emociones y la cognición. Esto indicaría que la alteración en el cerebro podría ser más generalizada.

Evidentemente que la nueva teoría es atractiva, pero hasta ahora las evidencias son indirectas, de modo que debemos considerarlas sólo como una especulación. Su demostración definitiva va a requerir de mayor investigación. Si ello fuera cierto, se abriría un nuevo campo de investigación para la búsqueda de drogas que, aparte de las actuales, fueran capaces de estimular la regeneración neuronal.


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