Preparándose para vivir en Marte
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 2001 )

Para preparar el viaje de una misión a Marte, un equipo de científicos ha escogido para su entrenamiento un apartado lugar del ártico canadiense, cuyas condiciones son muy semejantes a las que encuentran en el planeta rojo.

La isla Devon es sin duda un lugar desolado, pero hermoso. Está situada en el Océano Artico, a 1500 kilómetros del Polo Norte. Tiene una extensión de 66.800 kilómetros cuadrados y es absolutamente desértica. "El paisaje es como estar en Marte", dice Pascal Lee, un científico planetario jefe de la misión de NASA, que pretende vivir allí para ganar experiencia de cómo sería establecerse y sobrevivir en Marte. Desde 1997, él y su equipo multidisciplinario ha estado estudiando el área por su similitud con el planeta rojo, y ahora quieren ganar experiencia directa viviendo en ese inhóspito lugar.

La isla tiene sus peculiaridades. Hace 23 millones de años fue impactada por un meteorito que la golpeó con una fuerza equivalente a 100.000 bombas de hidrógeno, abriéndole un cráter de 20 kilómetros de ancho (el cráter Haughton). El impacto mató a todo organismo vivo en la isla, destruyendo su suelo y dejando un paisaje desolado, formado por fracturas y colinas cubiertas de polvo y rocas quebradas. En ella no hay árboles, arbustos ni pastos, lo que le da el aspecto de otro planeta.


En que va el proyecto

En 1998 Lee fundó la "Sociedad Marte", una organización privada destinada a promover la exploración del planeta rojo. Para sus propósitos ya han logrado un financiamiento de 600.000 dólares, con los que han comenzado construyendo las instalaciones de la base, hechas especialmente de fibra de vidrio. Esta es un módulo hermético de 8 metros de diámetro, con el aspecto de un gran tarro, montado sobre pilares. En su interior hay dos habitaciones, una de ellas tiene seis cubículos, para que pueda dormir la tripulación, más una cocina, escritorio y un estante con libros. En la otra están los laboratorios necesarios para investigaciones geológicas y biológicas, más los equipos de comunicación. Cuenta además con un baño y una pieza de descompresión. En su construcción se han considerado las condiciones y limitaciones que esperan encontrar en Marte.

Su objetivo es ensayar todos los elementos necesarios para una larga misión en Marte, como por ejemplo el diseño de equipos para reciclar el agua, o la adecuación de trajes espaciales necesarios para desplazarse fuera de ella. Quieren también investigar los aspectos psicológicos de la tripulación, como son los efectos de la aislación, del confinamiento en un espacio estrecho, y cómo todo ello afectaría su rendimiento.

Además la tripulación espera determinar qué procedimientos operativos serían los adecuados para el Planeta Rojo y cuáles podrían ser los problemas para los futuros astronautas. Deben ensayar también operaciones combinadas, tanto humanas como robóticas y vehiculares, para maximizar la eficiencia. En resumen, deberán aprender a cómo vivir y cómo trabajar en Marte.

Hay que considerar que una misión real a Marte demorará por lo menos dos años, ya que el trayecto entre la Tierra y Marte toma nueve meses para la ida y nueve meses para la vuelta. La señales de radio, debido a la enorme distancia, demorarán 6 minutos para viajar de Marte a la Tierra y otros 6 minutos para que vuelva la respuesta, de modo que las conversaciones no van a ser muy fluidas. Para mantener contacto con la familia, tendrán que hacerlo por e-mail.


Diferencias y semejanzas

Aun cuando el paisaje y la desolación de la isla Devon recuerda las imágenes de Marte, las diferencias son sustantivas. La gravedad del Planeta Rojo sólo es la tercera parte que la de la Tierra. En la isla el promedio de la temperatura es de aproximadamente -15 grados Celsius, comparado con -55 grados Celsius en Marte. Mientras la atmósfera de la Tierra está formada principalmente por nitrógeno y oxígeno, la de Marte está formada por un 95% de CO2. Otro problema es la radiación ultravioleta, que es 800 veces más intensa que en la isla Devon.

Todas estas diferencias son especialmente importantes para elaborar el traje adecuado para el astronauta, que debe ser liviano, permitir la movilidad, proteger de las radiaciones y además debe variar la forma en que conduce e irradia el calor.


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada