La investigación se realizó en 1.208 individuos de edades que fluctuaron entre 18 y 24 años, quienes con motivo de sus postulaciones para ser admitidos en la armada fueron sometidos a determinaciones de audiometría. En el cuestionario se les preguntó acerca de la frecuencia a exposición en sitios de alto ruido, como conciertos de rock, discotecas o trabajos en sitios ruidosos. Se les interrogó también sobre el uso de personal stereo.

Los investigadores encontraron que quienes asistían a conciertos rock o a discos más de dos veces al mes, sufrían de una pérdida de la audición de hasta 1 kHz, mientras que aquellos que habían trabajado en sitios ruidosos por más de seis meses, la pérdida era entre 2 a 4 kHz. Como un hallazgo ocasional, se encontró que los más afectados eran aquellos que usaban personal estéreos por una hora diaria o más, y que, además, habían padecido de otitis frecuente durante su infancia. En ellos no sólo se encontró mayor sordera, sino también persistencia de ruidos en el oído tinnitus.