Se trata de un telescopio óptico gigante (California Extremely Large Telescope) (CELT), con un espejo tres veces más grande que los telescopios mellizos de 8.1 metros, recientemente instalados en Hawaii y Chile. Tendría el poder de escudriñar la historia entera de la formación de galaxias en el Universo y de paso observar hasta las regiones más profundas donde han nacido las estrellas y sus planetas.

En lugar de tener 36 espejos hexagonales como los ya existentes, éste tendría 1080 espejos que actuarían como uno solo. Cada uno de ellos sería de un metro de diámetro, lo que sería fácil de hacer, pulir y manejar.

Desde ya se está buscando el sitio donde se instalaría, y lo más apropiado parece ser el norte de Chile, en el desierto de Atacama. También se está pensando en otros lugares, como el norte de México y al sudeste de los Estados Unidos. Ello se podrá decidir después de haber terminado su estudio y establecido sus requerimientos, etapa que necesita de 70 millones de dólares. (Science, Vol. 298, Noviembre 8, 2002, Pág. 1151).