Intoxicación por arsénico en Bangladesh
( Publicado en Revista Creces, Marzo 2003 )

Ante la escasez de agua que se había ido produciendo en Bangladesh, UNICEF y otras agencias internacionales decidieron ayudar mediante un programa de perforación de miles de pozos para extraer agua de bebida. Pero al perforar, se llegó hasta un nivel freático en que el agua estaba contaminada con el arsénico proveniente de depósitos sedimentarios. Los niveles eran tales, como para llegar a producir intoxicaciones por arsénico.

Ahora el problema se complica, porque la gente está usando esa agua para cultivar arroz y verduras. No se sabe aún qué pasará con estos alimentos, pero lo probable es que los granos concentren el arsénico y la intoxicación sea aun peor. Antes de conocer esta nueva complicación, la Organización Mundial de la Salud había sostenido que bebiendo sólo el agua contaminada, se podía esperar que en la próxima década llegaran a fallecer 270.000 bangladesianos debido a la intoxicación por arsénico.

Aún es muy prematuro para saber si el arsénico se concentra o no en el grano de arroz o en las verduras. Sin embargo Andrew Meharg y Manzibur Rahman de la Universidad de Aberdeen, han estado seleccionando muestras de diferentes regiones de Bangladesh y han encontrado que la concentración del arsénico en los granos de arroz varían según la cantidad de arsénico que existe en el agua.

Han encontrado que los niveles de arsénico en las diferentes muestras de arroz, varían entre 0.05 a 1.8 partes por millón. Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, el máximo tolerable de arsénico en el agua de bebida es de 0.01 parte por millón. Con respecto a los alimentos no hay ninguna indicación.

El problema es preocupante, ya que según lo que acaba de publicar Meharg en la revista Environmental Science and Technology (DOI: 10.1021- es 0259842), para las personas que ya estaban tomando agua contaminada, el agregado del arsénico del arroz sería aun mayor, ya que allí encuentra niveles hasta 1.6 partes por millón. Más aún, parece que al cocinar el arroz con agua contaminada, éste se eleva más. De este modo, casi el 30% del arsénico que están ingiriendo los bangladesianos, puede provenir del alimento. El problema es que Bangladesh no dispone de suficiente agua libre de arsénico para sostener su agricultura (New Scientist, Diciembre 7 del 2002, pág. 9).


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