Células embrionarias en lesiones de la médula
( Publicado en Revista Creces, Agosto 2003 )

Células derivadas de embriones humanos se transplantaron a ratas paralizadas y se ha conseguido que ellas vuelvan a caminar. El hallazgo se confirma en varios estudios que se presentaron en la Conferencia BIO 2003, realizada en Junio del 2003 en Washington. Con ello se confirman esperanzas que las células embrionarias podrían ser útiles para tratar las lesiones de la médula espinal.

Los investigadores de uno de los trabajos presentados en ratas, y que fue financiado por la empresa Geron de Menlo Park, California, están demasiado optimistas como para pensar iniciar los ensayos clínicos en dos años más, pero en pacientes que hayan sufrido lesiones recientes y localizadas de la médula. Para las lesiones crónicas o las producidas por enfermedades degenerativas, las posibilidades de éxito son más remotas.

Según Thomas Okarma, presidente de Geron señala que desgraciadamente no es fácil utilizar las células troncales adultas, ya que a partir de una sola fuente no es posible llegar a disponer del número necesario de células. En cambio a partir de células troncales embrionarias, de un solo embrión se puede lograr suficiente cantidad como para tratar a millones de enfermos de Parkinson.

Pero la mayor limitante es que las células troncales adultas son muy poco versátiles. Así por ejemplo, todo parece indicar que células troncales de la médula sólo pueden evolucionar hacia células sanguíneas, del mismo modo que células troncales de piel, sólo puede llagar a células de piel. Las células troncales embrionarias en cambio, prácticamente pueden llegar a desarrollar cualquier tipo de tejido.

"Sin embargo con las células embrionarias existe el riesgo muy probable de que formen tumores", dice Hans Keirstead de la Universidad de California. Para prevenir este riesgo, su equipo de investigadores que ha estado trabajando en el tema, sólo transplanta las células embrionarias después que ellas se han especializado. Previo al transplante, ellos transforman las células troncales embrionarias en oligodendrocitos, que son las células que forman la mielina que rodea la fibra nerviosa, aislando el transporte de impulso nervioso.

El equipo de Keirstead transplanta los oligodendrocitos a ratas a las que se les ha lesionado la médula. Después de nueve semanas estas mejoran y vuelven a caminar como antes, mientras que las que no se someten a esta terapia quedan paralizadas.

El análisis de las médulas de las ratas revela que los oligodendrocitos transplantados se asientan en la médula y cubren a las neuronas, formando capas de mielina. Estas mismas células transplantadas también secretan factores de crecimiento que parecen estimular la formación de nuevas neuronas.

En el mismo congreso, investigadores de la Universidad de John Hopkins en Baltimore, anunciaron resultados similares en ratas a las que se les lesionó la médula y fueron tratadas con células troncales embrionarias. Después de 24 semanas las ratas tratadas se podían parar y soportar su propio peso. Douglas Kerr, investigador principal, señala que la recuperación no se debió al crecimiento de nuevas neuronas, sino que a la secreción de dos factores de crecimiento (TGF-alfa y BDNF) que protegieron a las neuronas dañadas y las ayudaron a restablecer conexiones con otras neuronas.

Okarma espera que estos resultados ayuden a persuadir a los políticos de Washington para que no prohiban las investigaciones relacionadas con la clonación terapéutica, que es la forma por la que se pueden obtener células embrionarias. "La promesa de esta tecnología está comenzando a ser realidad", señala Okarma (New Scientist Julio 5, 2003, pág. 19).


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