Elater Miller Coyle del Connecticut State Forensic Science Laboratory en Meriden, afirma que el método va a permitir identificar cada planta, y en base a ello seguir en cada caso la cadena desde el usuario, al distribuidor y el productor.

El método que se basa en el análisis del DNA del cloroplasto (organelo intracelular), que es específico para cada planta, va a permitir identificar plantas provenientes incluso de un mismo lugar de cultivo (Croatian Medical Journal, vol 44, pág. 315, 2003).

La gran diferencia entre el DNA humano y el DNA de las plantas, es que el primero es absolutamente específico para cada persona. En cambio no sucede lo mismo con las plantas, ya que fácilmente se logran donaciones a partir de una misma planta, con el objeto de lograr perpetuar determinadas características narcotizantes. De modo que dos plantas que coincidan en su DNA, no necesariamente permite concluir que provengan del mismo productor. "Con todo, es frecuente que el intercambio del material genético entre productores, se hace dentro de la misma región o zona, de modo que siempre es útil para ubicar el lugar de origen de la misma", señala Timothy Palmbach director de investigación del mismo centro.

Por ahora Coyle está muy ocupado incrementando la base de datos, coleccionando y examinando plantas de marihuana de diferentes partes del mundo. Cuando se consiga acumular suficientes muestras, la técnica puede ser muy útil para ayudar a la policía. "Estamos invitando a todo el mundo para que nos envíen muestras", dice Coyle.