Alarma por la acidificación de los océanos
( Publicado en Revista Creces, Octubre 2003 )

Los científicos que estudian los océanos, temen que si continúa incrementándose el dióxido de carbono sobre la superficie del mar, ésta puede llegar a ser más ácida de lo que ha sido en los últimos 300 años. Si ello ocurriera, las consecuencias sobre la vida en el mar pueden ser impredecibles. (New Scientist, Septiembre 27, 2003, pág. 8).

Estos temores preocupan, sobre todo después de un informe reciente, que señala que la productividad biológica de los océanos ha caído en un 6% durante las ultimas dos décadas. Según afirma Ken Caldeira un climatólogo del Lawrence Livermore National Laboratory en California, en la medida que el CO2 se eleva en la atmósfera, más gas reacciona con el agua salada, produciendo bicarbonato e iones hidrógeno, incrementando la acidez de la superficie del agua. Se estima que antes de la última edad de hielo, el pH de los océanos era de 8.3, y éste habría descendido a 8.2 después de las emisiones ocurridas durante la era industrial. Ahora es de 8.1.

Para saber que sucederá en el futuro, Caldeira y su colega Michael Wickeff, han desarrollado un modelo estimando una proyección de incremento de CO2, basada en un escenario que considera el aumento poblacional probable, e incremento económico a través de todo este siglo, para luego pasar por la etapa de agotamiento de la energía fósil. Con ello predicen que para el año 2300, el pH de la superficie del mar debería caer a 7.4 y se mantendría en estos niveles por cientos de años. (Nature, vol 425, 2003, pág. 365).

En los últimos 300 millones de años, el CO2 atmosférico se ha elevado varias veces por sobre 2000 ppm, pero esto nunca llegó a producir un pH a menor de 7.5, porque las rocas carbonatadas del fondo del mar actuaban como un buffer (amortiguador) natural, limitando la acidificación del agua. Pero este proceso fue lento y tomó cerca de 10.000 años para llegar a neutralizar los depósitos ácidos generados por el proceso geológico. Pero ahora la cosa es muy distinta, dado que los cambios son rápidos, causados por la actividad humana.

No está claro qué es lo que producirá en el océano esta rápida acidificación. La acidez tiende a disolver carbonatos, de modo que las criaturas que parecen más vulnerables son aquellas que necesitan conchas de carbonato de calcio. En ellas podría disminuir en un 40% la formación de carbonato de calcio.

Mientras tanto las determinaciones hechas por satélites de los niveles de clorofila en el océano abierto, muestran que la producción biológica primaria (la cantidad de biomasa producida por fotosíntesis, a partir de dióxido de carbono), ha caído abruptamente durante las últimas dos décadas (Geophysical Research Letters, DOI: 10.1 0291/2003GL016889).

Es así como Watson Gregg de la NASA Goddard Space Fligh Center en Greenbelt, Maryland, encuentra que la productividad del océano ha decaído en un 6% desde 1980.

Sin embargo, no se puede descartar que la caída sea parte de un ciclo natural, pero es tan poco lo que se sabe de la productividad oceánica, que no es posible asegurar nada. Ojalá que los cambios de pH sean sólo debido a variaciones naturales.


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