Un simple músculo condicionó el crecimiento cerebral del hombre primitivo
( Publicado en Revista Creces, Abril 2004 )

De acuerdo a una nueva teoría, un cambio en un simple músculo habría hecho posible el crecimiento cerebral en el hombre primitivo. Se trata de una mutación que se habría producido hace 2.4 millones de años en un gene que codifica la "miosina", lo que habría afectado a esta proteína haciéndola menos efectiva. Según Hansell Stedman, cirujano de la Universidad de Pennsylvania, fue debido a este cambio que los primates habrían sufrido una atrofia de los fuertes músculos de la mandíbula.

Las primeras reacciones a este hallazgo que fue publicado en la revista "Nature" el 25 de marzo del 2004, fueron francamente adversas. "Sugerir que el cerebro estaba comprimido por los músculos masticadores, por decir lo menos, me parace absurdo" dijo Ralph Holoway, antropólogo de la Universidad de Columbia.

Pero el hecho es que Stedman y sus colaboradores, desde hace 10 años han estado estudiando los genes conectados con los movimientos y las enfermedades musculares. Como resultado de ello, habían ubicado un gene que codificaba la miosina y que llamaron MYH16. Siguiendo sus estudios, compararon este gene humano, con el gene equivalente al del chimpancé, comprobando que el gene humano tenía una mutación. El gene, después de tener una codificación normal para la secuencia de los primeros 660 aminoácidos, le faltaban dos bases, con lo que se creaba una señal de "stop".

Al comparar esta anomalía con lo que se observaba en diferentes grupos humanos (Africa, España, Japón, Rusia y Sud América), comprobaron que ella estaba presente en todas las razas. Por el contrario, encontraron que en los macacos, chimpancés, gorila, y en otros cinco primates, el gene codificaba a la proteína completa, sin tener el punto de stop.

Luego, haciendo una comparación genética, pudieron calcular que la mutación apareció hace 2.4 millones de años, exactamente antes que comenzara la evolución humana. Desde allí entonces, la mandíbula humana sólo tiene un resto atrófico de músculo mandibular, comparado con los primates.

Muchos homínidos que existieron hace 2.5 millones de años, tenían músculos mandibulares fuertes, prominentes y grandes protuberancias en los pómulos, en los que se insertaban esos músculos. Uno de ellos era el "Homo erectus", que después fue haciéndose mas humano (Creces: "Los antepasados de la especie humana"). Sus rasgos faciales se ablandaron y se atrofió la mandíbula y los músculos insertados en ella. Junto con esto, el cerebro creció tres veces, empujando al maleable cráneo hacia fuera (figura). "Cuando los huesos craneanos se sueldan demasiado rápido, el cerebro no crece", dice Nancy Minugh-Purvis, bióloga del departamento de desarrollo biológico de la Universidad de Pennsylvania.

Aun cuando la teoría es interesante, hay algunos hechos que no calzan. Así por ejemplo el hombre de Neanderthal tenía fuertes músculos y al mismo tiempo su cerebro era más grande que el humano. Bien pudiera ser que la atrofia muscular tuviera otra razón. Podría la musculatura estar más reducida, debido a que con la evolución, los dientes se fueron haciendo más pequeños


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