El láser en medicina
( Publicado en Revista Creces, Enero 1982 )

Los rayos láser tienen múltiples aplicaciones en diferentes áreas médicas, entre ellas la cirugía. ¿Ha pensado Ud. en la posibilidad de que, en caso de tener que ser operado, el cirujano emplee para hacer la incisión en la piel, en vez del clásico bisturí, un delgadísimo rayo de luz láser, que corta con mayor precisión y hace que brote menos sangre del corte?.

La foto (1) muestra un "bisturí de luz, que emite que un rayo láser, ideado en los Estados Unidos y que un cirujano emplea con igual facilidad que un bisturí corriente.

Muchos lunares suelen ocasionar problemas. Los médicos - en especial los cancerólogos- miran con malos ojos lo que para algunas mujeres son motivo de belleza. Con la ayuda de rayos láser se están eliminando lunares del rostro de los pacientes, tal como se aprecia en la nota gráfica adjunta (2). El rayo penetra cerca de un milímetro y cauteriza los vasos sanguíneos haciendo que el color desaparezca gradualmente. Las glándulas sudoríparas, células epidérmicas y folículos pilosos no son perjudicados. Otro de los usos tienen que ver con el tratamiento de la denominada retinopatía diabética proliferativa, una de las causas principales de la ceguera. La foto (3) muestra una angiografía fluorescente del nervio óptico, donde el rayo ha causado coagulación en pequeños vasos sanguíneos (puntos oscuros). De no ser así, los vasos proliferan generando hemorragias, fibrosis, cicatrización, visión altamente deteriorada y eventual ceguera. La Asociación Americana de Oftamología estima que el 40% de los diabéticos sufre algún grado de retinopatía. El tratamiento con láser ha resultado exitoso en más del 60% de los casos.

Recientemente se comunicó las bondades del láser en el tratamiento combinado del cáncer pulmonar. En el King` s College Hospital de Londres se utiliza desde 1981 el láser a través de la fibra óptica tanto para tratar cáncer de pulmón como vejiga, logrando hacer llegar la energía destructora directamente al tumor sin comprometer al tejido sano. Los resultados aún no han sido evaluados dado el breve tiempo del comienzo de la experiencia.

El láser es utilizado, además, para detener las hemorragias en el estómago o duodeno en algunas serias emergencias médicas. En circunstancias tales los médicos recurren a la cirugía, con alto riesgo para el paciente. Empleando un láser de argón, gastroenterólogos británicos informaron (1980) haber logrado detener hemorragias graves introduciendo el láser a través de la fibra óptica del gastrofibroscopio. Al aplicarlo, la hemorragia cedió completamente entre los 15 y los 60 segundos. Luego del paliativo, el médico continúa con la observación del paciente y su úlcera, ganando tiempo en el tratamiento.

Informaciones procedentes de Japón (Japan Press Realease III, june 30, 19819) señalan que mediante rayos láser se ha logrado la destrucción de cálculos en la vesícula.

Investigadores de la Tohoku University comunicaron a la reunión anual de la Japan Urological Society, haber dirigido el rayo hacia la vesícula mediante una guía de fibra de vidrio inserta en un endoscopio. El rayo fue usado entre uno a dos segundos hasta que las piedras se redujeron a diámetros no mayores a los tres milímetros. Luego se introdujeron agua a la vesícula para evitar el calentamiento de los cristales de las piedrecillas. Los investigadores aseguraron que el rayo no dañó las paredes interiores ni los tejidos del órgano enfermo.


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