En un panel recién realizado por la American Society for Reproductive Medicine, que se llevó a cabo en Filadelfia (New Scientist, Octubre 30 pág. 10, 2004), se revisaron miles de casos y publicaciones, y no se observaron diferencias. En las comparaciones hechas a la edad de ocho años, prácticamente no se detectaron diferencias con los niños nacidos normalmente. Desde el punto de vista de su salud, eran similares, al igual que sus capacidades psicológicas, o la presencia de malformaciones, cánceres o anormalidades del crecimiento. Dicho sea de paso, en Estados Unidos en la actualidad, ya el uno por ciento de los nacidos están siendo concebidos por fertilización in Vitro.

Con todo, hay problemas al nacimiento. Tanto los nacidos por fertilización in Vitro, como los fertilizados por espermios inyectados dentro del óvulo, tienden a nacer prematuramente y con menor peso, lo que evidentemente involucra un mayor riesgo.

Hasta ahora el seguimiento de estos niños está llegando hasta los 14 años de edad, no detectándose diferencias. Habrá que esperar un poco más para asegurar que no las tengan en edades más avanzadas. Fue interesante observar que los mellizos nacidos por fertilización in Vitro, se veían mejor que los mellizos concebidos normalmente.

Probablemente los problemas comiencen a aparecer cuando se generalice la práctica de exámenes genéticos de los embriones, para los cuales se va a necesitar sacarle una o dos células. Es posible que en ese proceso se produzca algún daño, ya que pareciera que no todas las células del embrión fueran iguales (Las células del embrión no son Iguales).