Las células del feto colonizan el cerebro de la madre
( Creces, Septiembre 2005 )

Desde hace aproximadamente una década, se sabe que las células del feto pueden atravesar la placenta y detectarse por muchos años en la sangre y médula de la madre. Se sabe también que estas células se pueden especializar, ya sea en células del tiroides, intestino o vejiga. Ellas mismas curan heridas de la madre, durante el embarazo o después de él. Ahora se describe que células fetales son capaces de colonizar el cerebro de la madre (al menos en la rata).

(Las células del feto curan a la madre)


Si este último hallazgo se repite en los humanos, ello tendría importantes implicaciones médicas. Los primeros resultados sugieren que estas células fetales son convocadas para reparar daños del cerebro maternal. Si ello se confirma se abre una nueva posibilidad del tratamiento del daño cerebral, como el que se produce en el Alzheimer u otra enfermedad degenerativa del cerebro.

Es normal que durante el embarazo un pequeño número de células pueda cruzar la placenta y pasar al torrente circulatorio de la madre, un fenómeno que se ha denominado "microquimerismo” (Otra explicación para las enfermedades por autoinmunidad).

Desde el punto de vista de la madre naturaleza, este fenómeno tiene sentido, ya que si ello funciona, la madre tendría una mayor posibilidad que sobreviva durante o después del embarazo, lo que beneficia al feto. “Este es el primer estudio que muestra en forma concluyente que las células fetales no sólo pueden cruzar la barrera placentaria, sino también `la barrera hemato-encefálica", dice Diana Bianchi, una autoridad en microquimerismo de la Escuela de medicina de la Universidad Tuft, en Boston, Massachusetts.

El hecho es que un equipo de investigadores liderados por Gavin Dawe de la National University de Singapur y Xiao Zhi-Cheng del Instituto Celular y Biología Celular de Singapur, mostraron que una vez que estas células se establecían en el cerebro de la rata, maduraban hacia diferentes tipos de células nerviosas.

Una vez en el cerebro, llegaban a simular neuronas, que incluso trasmitían impulsos eléctricos, o astrositos que soportaban neuronas, o finalmente oligodendrocitos, que cubrían y protegían células nerviosas. "Prácticamente pueden llegar a ser cualquier tipo de células en el cerebro", dice Dawe.

Sin embargo, los investigadores aún no han demostrado que estas células sean funcionales. Sería importante por ejemplo, que si son neuronas pudieran iniciar potenciales de acción y conectar sinapsis con células nativas en el cerebro de la madre.

Lo que es importante remarcar, es que estas células fetales no se distribuyen al azar en el cerebro, sino que llegan específicamente al sitio de la lesión que se había producido anteriormente. Allí ellas parecen concentrarse. Dawe dice que aún no está claro como llegan al sitio de la lesión, pero sospecha que son atraídas por alguna señal de tipo S.O.S, mediada por algún factor proveniente del tejido dañado.

Pensando en el potencial uso de este tipo de células fetales para el tratamiento de lesiones cerebrales, resulta muy interesante que sean capaces de atravesar la barrera hemato-encefálica, ya que ello significaría que bastaría inyectarlas en el torrente circulatorio del paciente. Ello haría posible tratar procesos difusos, como es el producido en el Alzheimer. Esto ahorraría la inyección intracerebral (New Scientist, Agosto 20 del 2005, pág. 8).



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