Fue una costosa aventura, llena de riesgo. En ese mundo sin atmósfera, podrían haber parecido en segundos. Eran también grandes los riesgos de la mortal radiación solar, los rayos cósmicos y los micrometeoritos, que sus trajes bien pudieron no haberlos protegido, a pesar de estar sellados y presurizados, provistos de oxígeno y enfriados a través de tubos en los que circulaba agua. Al caminar sobre la superficie lunar, ellos estaban en realidad dentro de su propia nave espacial, sometidos sólo a su suerte.

Si los riesgos fueron muchos, grande también fue su experiencia, cuando contemplaron a través de los visores de sus cascos, ese impresionante espectáculo. Anonadados, sólo los llevó a exclamar "no creemos lo que estamos viendo", "es una belleza estática", "es fantástico todo esto", "es una desolación magnífica". Todos hubiésemos esperado mayores detalles, pero eran astronautas y no poetas.

Con todo esto, retrospectivamente las críticas no han faltado. Unos piensan que fue un esfuerzo demasiado riesgoso y caro, motivado por razones políticas (fue durante la Guerra Fría), más que científica. "Lo mismo se podría haber logrado utilizando robots y a mucho menor costo", dicen los críticos. Pero la llegada de un robot a la Luna, nunca será lo mismo que la llegada de un ser humano. Es que con ello lograron desprenderse por primera vez del encarcelamiento terráqueo y pisar otro mundo. ¡Un signo más del poder del esfuerzo y la mente humana! ¿qué nuevas conquistas se lograrán en el futuro?, es difícil predecirlo.