Misteriosas ruinas en Perú corresponden a un antiguo calendario solar
( Creces, 2007 )

Desde hace mucho tiempo los arqueólogos en Perú han estado tratando de encontrar una justificación a lo que ahora se conocen como las ruinas de Chankillo, que están ubicadas en la costa, a 400 kilómetros de la ciudad de Lima y que tienen una data de 2300 años. Se trata de tres murallas concéntricas construidas alrededor de un pequeño cerro y de 13 enigmáticas torres puestas en una secuencia orientadas de norte a sur (Fig. 1 y 2). El sitio contiene además múltiples construcciones de murallas y plazas que se distribuyen en un espacio de más o menos 4 Km. cuadrados. Los científicos le han buscado a las ruinas, diversas interpretaciones. "Unos han pensado que se trata de un fuerte o un reducto. Otros han opinado que corresponden a un templo o un centro ceremonial de batallas", explica el arqueólogo Iván Ghezzi de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Pero ahora el mismo Ghezzi, junto con Clive Ruggles de la Universidad de Leicester en Inglaterra, encuentran otra explicación y afirman que se trata de un observatorio solar (Science: 315:1206, 2007) y que las torres están en una secuencia tal, que orientadas de norte a sur señalan el solsticio de verano e invierno. Toda la construcción la interpretan como un sofisticado culto al sol.

Chankillo se habría construido durante el colapso de un centro religioso mayor llamado Chavin de Huantar, durante una época en que muchos centros se vaciaron y otros se fortificaron. Chankillo es uno de ellos y el más visible. De acuerdo al estudio de radiocarbono este habría sido construido entre los años 200 a 300 antes de Cristo.

La localización y las gruesas murallas de sus construcciones sugieren un propósito militar, pero su diseño elegante, la existencia de muchas puertas y la falta de suministro de agua, hacen dudar de que correspondiera a un fuerte. Ghezzi y Ruggles identificaron dos puntos de observación, ubicados a uno y otro lado de la linera de las torres y a una distancia de 200 metros (Fig.3). El sitio de observación del lado Oeste está medio destruido, pero el del lado Este está bien preservado. Estos están posesionados, de modo que durante los solsticios de invierno y verano el sol sale y se pone sobre los extremos de las torres, estableciendo así el comienzo y el punto medio del año solar. El punto de observación Oeste está al final del corredor sin ventanas de 40 metros en una estructura de muros llenos de figuras ceremoniales de cerámica.

Cada vez se dispone de más evidencias que el imperio Inca rendía un culto al sol y que éste se regulaba con ceremonias calendarizadas por las fechas de postura solar, y este sería un ejemplo más de ello.


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada