Genes y Alzheimer
( Creces, 2007 )

Hasta ahora se han descrito diversos genes relacionados con la enfermedad de Alzheimer, tanto con las formas clínicas que se presentan a edades tempranas, como también con el tipo clásico, que se presenta en los mayores de 70 años. Ahora se identifica un nuevo gene relacionado con esta última modalidad clínica, que aclara la causa del Alzheimer y al mismo tiempo puede ser útil para ubicar a las personas susceptibles de enfermar.

En el interior de la célula constantemente se están desplazando miles de proteínas, por lo que el control del tráfico en su interior es tanto o más importante que el control del tráfico en una gran ciudad. Una proteína que se ubica en un lugar equivocado dentro de la célula, puede provocar un problema tan serio como el que provoca un choque de vehículos en una congestionada carretera. Investigaciones recientes muestran evidencias que el tráfico inapropiado de una proteína contribuye al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, desencadenando la producción anormal de depósitos de amieloide. Estudios genéticos recientes confirman que una proteína de transporte, siguiendo una dirección equivocada, contribuye al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, especialmente en el tipo clínico que se desarrolla tardíamente, en personas de mayor edad.

Un grupo de investigadores de varias universidades, liderado por Peter St. George-Hyslop de la Universidad de Toronto, comunican en una publicación que aparece en línea de la revista "Nature Genetics" que un gene llamado SORL1 está relacionado con la aparición de la enfermedad de Alzheimer en ancianos.

Se piensa que la proteína codificada por el gene SORL1, o el LR11, como también se conoce, está relacionada con la regulación del movimiento de proteínas en el interior de la célula. Se trataría de una mutación del gene SORL1, que produciría una disminución en la proteína correspondiente, lo que a su vez incrementaría el riesgo de desarrollar la enfermedad. Según St. George-Hyslop, cuando no funciona bien la proteína del gene SORL1, y lleva equivocadamente a la "proteína precursora del amieloide" (APP), hacia compartimentos que contienen enzimas que cortan y liberan el fragmento proteico altamente tóxico, llamado β amieloide (ver figura), piensa que es la acumulación de esta proteína tóxica la culpable de la degeneración de las neuronas y por lo tanto de la aparición de la enfermedad. De confirmarse este hallazgo se avanzaría en el conocimiento de la causa de la enfermedad de Alzheimer, pudiendo esto ser útil para identificar a las personas en riesgo de desarrollar esta enfermedad, como también como para comenzar a buscar nuevas drogas para su tratamiento.


También hay otros genes involucrados

También se han descrito otros genes mutantes ligados a la enfermedad de Alzheimer. Se trata de los genes que codifican la proteína APP, y los presenilin 1 y 2, que serían los que causarían la enfermedad de Alzheimer, en aquella modalidad en que la enfermedad comienza entre los 40 y 60 años de edad. Sin embargo, la mayor parte de los casos de Alzheimer ocurre a edades más tardías, sobre los 70 años. Es en estos últimos donde ha sido difícil identificar genes culpables. Aun cuando se han tratado de ubicar varios genes, sólo uno ha sido establecido firmemente. El epsilon 4, variante del gene APOE, que se ha encontrado comprometido en el 30% de los casos.

Para tratar de encontrar otros genes culpables del Alzheimer clásico (sobre los 70 años), St. George-Hyslop y sus colegas se organizaron en un gran estudio de colaboración que ha involucrado a 14 instituciones. Ellos han buscado asociaciones entre enfermedad de Alzheimer con variaciones genéticas del tipo de los llamados polimorfismo de un simple nucleótido (SNPs) en personas de diferentes etnias. Juntaron 6800 personas, divididas en dos grupos: pacientes con Alzheimer y personas normales como control. En su búsqueda encontraron asociación del Alzheimer con SNPs, en un solo gene, el SORL1. Con todo, este aparece sólo como un marcador y podría explicar los casos de la enfermedad sólo entre un 10 y un 20%.

Sin embargo, este hallazgo se potencia con lo observado hace dos años por James Lah y sus colegas de la Universidad Emory en Atlanta, Georgia, que encontraron que el tejido cerebral de pacientes con enfermedad de Alzheimer, contiene menos proteína del gene SORL1, en relación al tejido cerebral de personas normales. Piensan que el gene SORL1 protege contra el Alzheimer, dirigiendo la APP (Proteína Precursora de Amieloide) a los endosomas lejanos de la membrana celular, donde ella es cortada en trozos de β amieloide (Fig.) (Centenario del Alzheimer. Progresos en su tratamiento).

Por otro lado se ha encontrado que el incremento de la expresión del SORL1 en las neuronas, disminuye la producción de β amieloide. A su vez, disminuyendo la expresión del SORL1 se incrementa la producción de β amieloide. Todo esto hace presumir que la deficiencia de SORL1 puede incrementar la susceptibilidad para desarrollar la enfermedad de Alzheimer (Science, Enero 19 del 2007, vol. 315, pág. 314).


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