El virus zika y la microcefalia
( Creces, 2016 )

En Brasil se ha producido una verdadera epidemia de niños que nacen con microcefalia (cabeza más pequeña), un defecto cerebral que hasta ahora era muy poco frecuente. Ello se ha asociado a un virus trasmitido por un insecto (Zika), pero aún no se tiene seguridad. Ello ha provocado pánico en las mujeres embarazadas, no sólo de Brasil, sino de todos los países del continente, dado que el insecto se expande muy rápidamente y con él también el virus.

Fue en mayo (2015), cuando al doctor Manoel Samo, de la Universidad de Bahia en Salvado, Brasil, le sorprendió que en pocos días había atendido una seguidilla de lactantes recién nacidos con microcefalia. Ese era sólo el comienzo de la avalancha que luego se iba a extender por todo Brasil. Se trataba de un defecto muy poco frecuente: una cabeza pequeña que podía acompañarse de síntomas clínicos, como convulsiones, retardos del desarrollo y daño permanente de las funciones motoras. En poco tiempo ya habían sobrepasado los 3000 casos. ¡Más de 20 veces lo que normalmente ocurría en ese mismo período!

Los especialistas estaban asombrados y no tenían una explicación. El doctor Sarno lo relacionó con la picadura de un mosquito, que simultáneamente se estaba propagando en Brasil y a varios otros países de la región. Su picadura trasmitía un virus, al que se llamó virus Zika, (el nombre del mosquito vector). La asociación parecía plausible, ya que se sabía que infecciones durante el embarazo podían producir microcefalia en el feto, con pérdidas de células del tejido cerebral.

Normalmente la picadura del mosquito Zika no produce una gran enfermedad, sino sólo síntomas clínicos tenues, incluyendo un rash y algo de fiebre. Normalmente el 80% de las personas picadas por el mosquito, no presentan síntoma alguno. Sin embargo, casi todas las madres cuyos hijos nacieron con microcefalia, recordaban haber tenido algo de fiebre y un rash al comienzo de su embarazo.

El hecho es que hasta ahora no hay seguridad de correlación entre la microcefalia y el mosquito. Sin embargo, han ido apareciendo evidencias circunstanciales que hacen suponer que ella existe. En dos fetos diagnosticados como microcefálicos por medio de ultrasonido y que fallecieron tempranamente, se había aislado el virus zika de su líquido amniótico. Por otra parte, después de la voz de alarma de Brasil, en la Polinesia Francesa (que habían tenido brotes de zika en el 2013 y 2014) habían nacido más de una docena de niños con defectos neurológicos. En muestras tomadas a las madres evidenciaban que habían estado expuestas a flavavirus, la familia a que el virus Zika pertenecía.

Sin embargo, en la mayor parte de los niños nacidos en Brasil con microcefália, no ha sido posible detectar directamente la presencia de virus Zika, ni tampoco en muestras tomadas a sus madres. Pero ello podría explicarse porque los tests que se han ensayado solo permanecen positivos por un corto periodo de tiempo, después que aparecen los síntomas. Por ello se está tratando desarrollar algún test más sensible. Por otra parte, se está tratando de reproducir el efecto en el cerebro en ratas contaminadas con virus Zika, pero ello no es seguro ya que la rata no es un buen modelo para ensayos con virus humanos. Ello solo se puede reproducir en primates.

El hecho es que los investigadores ya están convencidos de que el virus zika está relacionado con la microcefalia. Pero ahora, según la Organización Mundial de la Salud, además está relacionado con el síndrome de Guillain-Barré, un desorden neurológico poco común que debilita los músculos y causa parálisis.

Sin duda que hay preocupación de las mujeres embarazadas. Muchas de ellas han entrado en pánico. Las autoridades de salud solo atinan a recomendar que no se embaracen hasta cuando se disponga de alguna medida preventiva. No es fácil impedir que el mosquito se reproduzca y extienda. Las recomendaciones sólo pueden dar buenos consejos: impedir que los mosquitos las piquen, usando ropas protectoras, que en las casas mantengan las puertas y ventanas cerradas y que usen repelentes de insectos.

A más largo plazo habrá que esperar el desarrollo de alguna vacuna. Ya existen vacunas para el Dengue y otros virus relacionados, pero en el mejor de los casos se puede lograr después de algunos años.



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