Carne artificial para alimentar a la humanidad
( Creces, 2016 )

Diversos grupos de científicos trabajan arduamente para elaborar carne artificial a partir del cultivo en grandes reactores de células madres. Sus promotores sostienen que sería una solución para responder a la continua demanda de incremento poblacional con proteínas de alto valor biológico. Al mismo tiempo, con ello se conseguiría combatir el calentamiento global.

Son varios laboratorios que en la actualidad están trabajando activamente para lograr producir carne artificial a partir del cultivo de células madres, ya sea de vacunos, de cerdos o de aves. La idea es producir hamburguesas (proteínas de alto valor biológico) sin necesidad de sacrificar animales. Ello sería muy beneficioso desde todo punto de vista, dado la proyección del crecimiento poblacional esperado para los próximos años. Según los pronósticos resientes de ONU, en quince años, la población mundial debería incrementarse en 1000 millones, llegando a sobrepasar los 8.300 millones de habitantes. Cualquier incremento en la producción de alimentos sería muy bien venido, más aún si la calidad biológica de las proteínas fuese la adecuada. Bien sabemos que cuando el ser humano tiene posibilidades de elegir alimentos, invariablemente incrementa el consumo de carnes, ya sea de bovinos, ovinos, porcinos o aves. Con ello, aparte de satisfacer su paladar, mejora la calidad de su dieta. Para discutir los avances en este tema, se celebró un simposio recientemente en Maastricht (Bélgica), en que asistieron más de 100 científicos (Perspectivas futuras de la nutrición).

Necesariamente la proteína animal es más cara que la proteína vegetal, por la sencilla razón que el animal necesita ingerir tres calorías provenientes de granos para producir una caloría de carne. Ello explica el interés por llegar a producir carne artificial (La carne mirando al futuro). Más aún si el animal incrementa la contaminación ambiental. El animal para producir un kilo de carne necesita 15.000 litros de agua y simultáneamente, como subproducto, envía a la atmósfera 300 kilos de dióxido de carbono (NewScientist; octubre 31 del 2015). Todo ello explica el creciente interés de saltarse el intermediario animal ineficiente y producir directamente carne artificial con iguales características y sabor. Se ha calculado que, en un gran reactor, con una capacidad de 25.000 litros, se podría producir suficiente carne artificial, como para satisfacer las necesidades de 10.000 personas.



Pero el proceso aún tiene obstáculos

En esencia el proceso parece simple. Se toman células troncales de animales, se cultivan en un reactor y se las alimenta como para que se dividan y vayan creciendo hasta transformarse en células musculares (figura). Esto que parece simple, no es tan fácil realizarlo, ya que para que crezcan hay que llegar a todas y cada una las células, con suficiente cantidad de oxígeno, más los diferentes nutrientes básicos necesarios. El proceso es complejo, ya que las células troncales adultas no crecen definitivamente, por lo que hay que agregarlas constantemente de un donante apropiado. Por otra parte, si se pretende lograr una cosecha masiva, es necesario ir agregando simultáneamente al reactor, suero de la respectiva especie. Es decir, hasta ahora no se puede prescindir del animal respectivo. Si no se logra resolver este requisito va a ser difícil el cultivo masivo. Por otra parte, si se pretende que las células musculares que se obtengan tengan un sabor, olor y textura adecuada, habría que agregarle las grasas de la especie animal correspondiente. De acuerdo a lo presentado en el mismo simposio, investigadores de la Universidad de Maastricht en Holanda, ya están trabajando en producir células grasas a partir también de células madres, pensando que habría que agregarlas en algún momento al reactor.

En resumen, puede afirmarse que la técnica de producir tejido muscular a partir de células madres ya está comenzando a ser utilizada para reparar tejidos humanos dañados. Ahora algunos investigadores tratan que dicha técnica salga del laboratorio para producir grandes cantidades de tejido muscular. Pero ¿cuál es la factibilidad que esa carne artificial llegue algún día a los supermercados? Por el momento se está en etapas de prototipo y falta aún mucho para llegar a fabricarla con todas las características organolépticas de la carne natural. Falta también mucho para que su consumo sea autorizado por los organismos pertinentes.



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