La muerte súbita del lactante
( Creces, 2017 )

El síndrome de la muerte súbita del lactante se define como la muerte repentina e inesperada de un niño sano menor de un año, que fallece sin una causa aparente.

A pesar de diversas investigaciones basadas en las autopsias de menores de un año fallecidos inesperadamente, no ha sido posible hasta ahora, evidenciar su causa. El 90% de esas muertes ocurre entre los 2 y 6 meses de edad. Con todo, esta es la primera causa de muerte en los menores de un mes.

Al no poderse atribuir a ninguna causa evidente, hasta ahora los especialistas solo han señalado algunos factores de riesgo, como la exposición del lactante al humo del tabaco, ya que se han encontrado en sus pulmones niveles de nicotina más altos que los fallecidos por otras razones. También se ha pensado que la temperatura de la habitación puede haber sido demasiado elevada. Otros señalan que el niño debiera ponerse a dormir boca abajo. En todo caso, en la lista de diversos factores de riesgo, es difícil comprobar la causa determinante en cada caso.

Recientemente la Academia Americana de Pediatría (AAP) de Estados Unidos, dio a conocer una actualización de sus recomendaciones tratando de señalar y evitar estos riesgos. Es así como recomienda, como lo ha estado haciendo desde el año 2002, que, para dormir el lactante "debe ponerse siempre de espalda", sin importar que si es de noche o que sólo dormirá una siesta. El documento aclara que dormir de espalda no aumenta el riesgo de atorarse ni de aspiración, incluso en niños con reflujo gastro-esofágico, debido a que los lactantes tienen una especial anatomía de las vías aéreas que los protegen contra la aspiración. También el informe explica que el uso de co-lecho, o cunas adosadas y abiertas hacia la cama de los padres, no previene la muerte súbita. Sugiere además a los padres que eviten el uso de productos comerciales que prometen reducir el riesgo de muerte súbita, incluyendo cojines para posicionar al lactante o elementos para ponerlos en la cama de los adultos, separándolos de ellos. Finalmente advierten que no está demostrado que monitores cardiorrespiratorios u otros dispositivos, reduzca la incidencia de muerte súbita del lactante.

Estas recomendaciones que la AAP viene haciendo desde hace años, especialmente que "el niño duerma de espaldas", han logrado reducir en tres países (Australia, USA, e Inglaterra), durante los últimos 25 años, significativamente la incidencia de la muerte súbita del lactante (ver gráfico).

Esta última recomendación de la AAP señala que no es recomendable que el niño duerma en sillas de autos, coches, porta lactantes de tela y portátiles tipo "huevitos", especialmente en los menores de 4 meses de edad. Esto porque queda en una posición que impide expandir bien el tórax para respirar, pueda subir su temperatura o quedan en un entorno encerrado, todos factores de riesgo de muerte súbita.



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