El ozono y la epidemia de asma
( Publicado en Revista Creces, Marzo 2001 )

Un informe aún no publicado de la Universidad de California, sugiere que el smog daña los pulmones y es causante de asma. Estos hallazgos confirman las sospechas que ya existían, pero que hasta ahora no habían tenido una demostración experimental.

En los últimos 10 años se han ido acumulando una serie de evidencias circunstanciales que señalan una relación entre el asma de los niños y su exposición al ozono, que es uno de los constituyentes más tóxicos del smog. Sin embargo los investigadores no han podido probar que el ozono sea causa del asma ya que no habían podido medir a cuánto ozono ha estado expuesto un determinado individuo.

Charles Plopper y sus colaboradores de la Universidad de California en Davis, diseñaron un experimento utilizando monos rhesus jóvenes. Para ello los separaron en cuatro grupos. Un primer grupo de monos debió respirar aire con ozono agregado. Un segundo grupo respiraba aire que contenía polvo alergeno de pulgas, un compuesto de polvo de los hogares que se sabe gatilla los ataques de asma (El asma y la limpieza). Un tercer grupo, cuyo aire que respiraban contenía el mismo alergeno y ozono. Un último grupo de control, al que se le suministraba aire limpio.

La cantidad de ozono con que se contaminó el aire fue variable, tratando de imitar las condiciones del mundo real. Durante cinco días los monos respiraban aire contaminado con ozono, seguido por nueve días sin ozono, tal como la Agencia de Protección Ambiental reporta que sucede en la ciudad de los Angeles. La concentración de ozono fue de 0.5 partes por millón. Según los investigadores, ello es alto para California, pero es el promedio habitual para la ciudad de México.

"Después de cinco meses que los monos estuvieron expuestos al azono, comenzaron a desarrollar síntomas semejantes a los que presentan los niños con asma", señala Plopper. La capacidad pulmonar se redujo y presentaban silbidos cuando se exponían brevemente al alergeno de polvo de piojos. Los monos que respiraban el ozono y el alergeno presentaron reacciones más graves, semejantes a los ataques agudos: respiración rápida y disminución de la concentración de oxígeno en la sangre.Ambos grupos de monos que respiraron aire con ozono, llegaron a tener anormalidades pulmonares típicas de los pacientes con asma. Los pulmones producían más mucus que lo usual, taponando las vías aéreas. También se comprobó que los monos tenían niveles bajos de glutation, una sustancia química que protege los pulmones de los radicales libres.

Plopper y sus colabores habían comprobado previamente que el ozono no causa los mismos síntomas en monos adultos. Por ello concluyen que la exposición al ozono es especialmente dañina durante las edades tempranas, cuando aún los pulmones se están desarrollando.

Ya que el desarrollo de los pulmones es similar en los monos y los humanos, la investigación puede explicar el por qué los niños que viven en ciudades con smog, tienden a tener más problemas respiratorios. (New Scientist, Enero 6, 2001, pág. 7).


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