Algunos piensan que si las capturas en el mar están disminuyendo, el cultivo de peces está aumentando y tal vez esto podría compensar la disminución de la captura. Tal es el caso por ejemplo del salmón y la trucha. ¿Pero hasta donde podría el cultivo de estas especies continuar aumentando? Hay un factor limitante y este es la cantidad de nutrientes disponibles para su alimentación. Las especies carnívoras, dependen de otras especies del mar. Es así como las dietas de los salmones y truchas requiere en un alto porcentaje de harina de pescado. En general puede decirse que se requieren 2 kg. de harina de pescado para producir 1 kilo de peces carnívoros mantenidos en sistemas de acuicultura (R. Naylor y col. Nature 405, pág. 1917, 2000).

Una dieta típica contiene entre 35 y 50% de harina de pescado y además un 20% de aceite de pescado. Tanto la harina como el aceite se obtienen básicamente de la anchoveta y sardinas, y éstas ya han llegado al máximo posible de captura (FAO. The State of World Fisheries and Aquaculture 2000 (Roma, 2000).

Por todo ello es que los científicos han estado insistiendo contínuamente que la pesca debe restringirse, para así permitir el repoblamiento de los mares, cosa que ya es difícil para varias especies. Se sabe que el número de barcos pesqueros está muy sobredimensionado y que estos deberían disminuir por lo menos a la mitad. Pero parece que los intereses económicos de los países pesqueros son más fuertes y se niegan a ello. Los navieros no sólo se niegan a disminuir, sino que exigen subsidios económicos para continuar pescando.



El director