La expectativa de vida y los telomeros
( Publicado en Revista Creces, Julio 2003 )

Se ha encontrado en animales una relación directa entre la expectativa de vida y el tamaño de los telómeros de sus cromosomas. Pero contrariamente a lo esperado, demuestran que más que el largo de los telómeros, lo que importa es el ritmo al que estos se van acortando. El hallazgo es muy importante, dado que los telómeros juegan un rol clave en el cáncer y en el envejecimiento.

Los telómeros son secuencias repetitivas de DNA, ubicadas en los extremos de cada cromosoma. Normalmente ellos se van acortando cada vez que la célula se divide. Cuando ya están muy cortos, la célula deja de dividirse y llega a una situación de moribunda. Así la longitud de los telómeros muestra el límite superior de edad al que una célula pueda llegar.

Pero mientras esto parece estar ligado a la longitud de la vida de cada célula y al envejecimiento, los investigadores han tenido mucha dificultad en correlacionar la longitud de los telómeros con la duración de la vida de un organismo. Ahora las nuevas investigaciones sugieren que los que investigaban el tema estaban midiendo algo equivocado.

Mark Asuman y Carol Vleck de la Universidad del Estado de Iowa, tomaron muestras de sangre de pájaros de edad conocida y cuantificaron la longitud en DNA de los telómeros. Lo hicieron en cinco especies de pájaros, cada uno con una expectativa de vida diferente y calcularon el número de pares de bases perdidas cada año por los telómeros.

Comprobaron que más que la longitud de los telómeros, era el ritmo de cambios en los telómeros lo que constituía un buen predictor de la expectativa de vida (ver gráfico). Encontraron que en una especie de ave que vive mucho, "el petrel", la longitud de los telómeros aumentaba con la edad, lo que se describe por primera vez y que será publicado próximamente en "Proceeding of the Royal Society".

Los investigadores también encuentran que esta relación se mantiene en los mamíferos, lo que comprueban al analizar datos de la literatura correspondientes a ocho especies de mamíferos diferentes.

"Parece que poniendo límites al número de divisiones celulares, y desconectando la telomerasa (la enzima que reconstruye telómeros), es probablemente un importante mecanismo anti-cáncer" dice Bert Weinstein de la Universidad de Michigan. "Las criaturas pueden tener un diferente intercambio, dependiendo de su ambiente específico y su ecología" (New Scientist, Mayo 24 del 2003, pág. 19).


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada