Renacen las esperanzas en la energía de fusión
( Publicado en Revista Creces, Marzo 2004 )

Muchos críticos dicen que invertir en la investigación de la energía de fusión, es botar la plata a la calle. Pero es demasiado atractiva. Si se lograra domesticar, sería posible contar con una fuente energética, inagotable y limpia.

Desde los años 60, los científicos vienen diciendo que dentro de los próximos cuarenta años sería posible llegar a producir en la Tierra la energía de "fusión". Pero ya parece un chiste, porque parece como tratar de alcanzar el arco iris. En la medida que pasa el tiempo, la fecha se aleja. Pero ahora, con las experiencias ya realizadas, renacen las esperanzas con más fuerza. Seis países han formado una asociación para llevar adelante el proyecto. Se trata de China, la Unión Europea, Japón, Rusia, Corea del Sur y Estados Unidos, los que han decidido invertir en esta investigación, la no despreciable suma de 5 mil millones de dólares, con el objeto de construir el llamado "Reactor Termonuclear Internacional Experimental (ITR)”, o tokamak, infraestructura que permitiría llegar a desarrollar el proceso.

El concepto del poder de fusión es simple. Se trata de mezclar isótopos de hidrógeno a una temperatura sobre los 100 millones de ºC, con lo que sus núcleos se fusionarían, produciendo helio y una colosal cantidad de energía (Un paso para alcanzar la energía de fusión). Se trata de reproducir en la Tierra, la misma fuente de energía que utiliza el astro rey, nuestro sol.

Hace ya varias décadas que los científicos descubrieron, que poderosos anillos electromagnéticos, o tokamaks, podrían producir y mantener un plasma tan caliente, como para producir la fusión. Pero el problema es que hasta ahora los reactores de fusión experimentales, construidos, consumen más energía que la que producen: requieren de más energía para calentar el gas a la temperatura de fusión y mantenerlo, que la que se produce por la misma fusión.

Pero ahora esto ha cambiado. Los experimentos realizados en las plantas existentes en Culham, Oxfordshire, han demostrado que es realmente posible producir la temperatura necesaria para la fusión y mantenerla. El punto clave ha sido el lograr manipular el campo magnético del tokamak, como para generar una región especial del plasma, en que el calor se escapa lentamente. En la experiencia señalada, se ha alcanzado el punto en que la salida de energía es igual a la energía de entrada. Un tokamak japonés, JT6O, ha logrado también resultados similares. Ahora la próxima etapa es construir un tokamak más grande, como para simular una verdadera estación de poder y confirmar así la factibilidad del proceso de fusión.


Por que ahora se han decidido

Los resultados obtenidos en forma experimental constituyen la principal razón que ha llevado a asociarse a las seis naciones para la construcción del Tokamak International (ITR). Es así como el consorcio ya ha hecho un trabajo importante. Cada pieza mayor de este enorme instrumento, ya ha sido construida y ensayada, incluyendo el enorme electromagneto superconductor que contendrá y controlará el plasma caliente. Basado en lo ya observado, se espera que el instrumento produzca por lo menos 10 veces más poder que el que consume. Esta es la relación que se requiere para que una planta de poder funcione.

La otra razón para que estos países se hayan decidido a realizar esta enorme inversión, es la necesidad de reducir la enorme emisión actual del combustible fósil. El problema del cambio climático es una realidad y obliga a buscar una alternativa a la quema de carbón para satisfacer las necesidades energéticas del mundo. La energía de fusión representa esa alternativa. El combustible para la reacción se puede obtener del agua de mar y del litio, y ambos son abundantes. "El litio de una batería portátil y el deuterio de un baño de agua, generaría suficiente energía como para cubrir las necesidades energéticas de todos los ciudadanos de Inglaterra", señala David King, consejero científico del Gobierno de Inglaterra. El subproducto de la fusión es helio. No hay liberación de carbón ni de sub productos radioactivos. Si bien la temperatura que se requiere para la fusión es alta, los reactores no son excesivamente peligrosos. Con cualquier alteración de la fuente de energía, inmediatamente se enfría la temperatura del plasma, y con ello se detiene la producción de energía.

Pero existe un potencial problema. La fusión del plasma, produce un flujo importante de neutrones, lo que con el tiempo puede hacer radiactivas las paredes de la máquina. Esto podría ser un problema cuando con el tiempo finalice su vida útil y deba ser desarmada. Sin embargo, se está trabajando contra el tiempo para producir paredes de material resistente, cuya radioactividad decaiga rápidamente. En resumen, la energía de fusión es una fuente excelente para producir energía eléctrica, ya que es limpia, segura y autosostenible.


Falta acuerdo para el lugar de la construcción

Dos lugares están compitiendo para la construcción del reactor o tokamak. Uno es Cadarache, en el sur de Francia. El otro es Rokkasho, en el norte de Japón. Ambos están preparando un detallado estudio para la decisión de los países del consorcio, en los que se analizan las especificaciones técnicas y de seguridad que ofrece cada uno. Ya una reunión celebrada en Diciembre, terminó en un amargo punto muerto (Science, Enero 2004, pág. 22). En esa ocasión, Estados Unidos se mostró partidario que fuese construido en Rakkasho, Japón. La Unión Europea se opuso, diciendo que el lugar le parecía inapropiado, al mismo tiempo que amenazó que ellos irían solos sí la decisión favorecía a Japón. (Science, Febrero 13, 2004, pág. 941).

La mayor parte de los científicos esperan que se subsanen estas posiciones extremas de los socios, a objeto de poder llevar adelante el proyecto. En el mes recién pasado, el consejero científico del Presidente Bush, John Marburger, en la reunión de la Organización para la Cooperación Económica, celebrada en París, dijo a los reporteros que la decisión de apoyar a Rokkasho reside en las ventajas señaladas en los estudios preliminares, pero que podría cambiar si otra información técnica así lo aconsejara. En la misma reunión, China y Rusia insistieron que estaban a favor de Cadarache. Plantearon que les parecía riesgoso construir las instalaciones en una zona de terremotos. A su vez los detractores de Cadarache, critican que el lugar está demasiado lejos de la costa (alrededor de 95 kilómetros), lo que es un problema para el transporte de los mayores componentes del tokamak. En cambio, Rokkasho está al lado de un puerto.

En todo caso, la decisión deberá tomarse pronto, y ojalá que lleguen a un acuerdo. En el caso de que sea elegido Japón, Estados Unidos y Japón, aportarán el 48% del presupuesto, ofreciendo colocar además, 1.5 mil millones sobre la mesa si se decide por su candidato.

Si se logra que el proyecto se instale y funcione, sería sin duda el más importante avance de la humanidad de todos los tiempos. Su impacto, sería mayor que el aterrizaje del hombre en la luna.


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