¿Cuánto tiempo durará el petróleo?
( Publicado en Revista Creces, Mayo 2004 )

Cada vez que sube el precio del petróleo se produce una gran angustia por los vaticinios agoreros que señalan que el recurso esta próximo a agotarse y que no se dispone de un reemplazo fácil y de igual costo. Parece increíble, que siendo un recurso tan fundamental para la economía mundial, haya tantas divergencias respecto a las verdaderas reservas disponibles en el mundo.

En un artículo anterior de nuestra revista, se comentaban los pronósticos de Collin Campbell y Jean Laherrere, geólogos de Petroconsultas en Ginebra, que vaticinaban que la escasez real comenzaría a producirse en el año 2010 (El Precio del petróleo por las Nubes). Ahora Leonardo Maugen, vicepresidente de Corporate Strategies, señala otro punto de vista. Por la importancia del tema, entregamos su artículo completo, publicado recientemente en Science, Mayo 21 del 2004).


El petróleo esta lejos de agotarse

Leonardo Maugery *

Después de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos se conmovió por las alarmantes predicciones del agotamiento de las reservas domésticas de petróleo. Los expertos del Geological Survey de los Estados Unidos, en el año 1919, distribuyeron un veredicto angustioso: ¡el país agotaría su petróleo dentro de los siguientes 9 años! (1). Haciéndose eco de la histeria colectiva, el Presidente Coolidge, organizó en 1924, el Federal Oil Conservation Board, con el objeto que redactara una legislación que preservara las reservas nacionales. Después de la conversión de la flota de la Marina Inglesa, del carbón al petróleo en el año 1914, también Inglaterra temió ser vulnerable a la escasez de petróleo y se movilizó al Golfo Pérsico para asegurar su abastecimiento. Estos ciclos de histeria, seguidos por nuevas bonanzas, han continuado hasta el presente. Por ello no sorprende que la nueva ola de anuncios fatalistas de una inminente escasez, haya de nuevo ganado su momento (2-4).

El peor efecto del recurrente pánico de escasez de petróleo, siempre lleva a las políticas occidentales a tomar medidas imperialistas, en un esfuerzo para llegar a un control directo o indirecto sobre las regiones productoras de petróleo. Pero el mundo no está llegando a la escasez de petróleo y la visión catastrófica se equivoca al analizar la compleja realidad que realmente permite tener confianza en un suministro abundante durante los años que vienen (Se aproxima nueva crisis del petróleo).

El modelo actual de pesimismo, viene de K. M. Hubbert (5). El modelo es conceptualmente simple, pero basado en muchas presunciones no demostradas. La primera es que la estructura geológica de nuestro planeta está bien conocida y adecuadamente explorada, de modo que el posible descubrimiento de nuevas reservas petroleras es altamente improbable. La segunda presunción, es seguir el "Central Limit Theorema", para analizar los problemas conectados con la distribución errática y producción de miles de campos de petróleo del mundo, y la inseguridad de futuros descubrimientos. Este teorema establece que la suma de un gran número de variables erráticas, tiende a seguir una distribución normal y asume una curva en campana (ver figura 1).

Partiendo desde el punto cero, en función del tiempo la producción de petróleo va creciendo hasta alcanzar un máximo, cuando ya se ha extraído la mitad de los recursos recuperables ("punto medio de la depresión"). Luego, irreversiblemente declina la producción con el mismo ritmo que cuando creció. El área bajo la curva muestra la producción acumulativa de un campo petrolero, o el "máximo recuperable del recurso" (URR, la sigla en inglés).

En consecuencia, para pronosticar el URR de la Tierra, uno necesita procesar el total de la producción mundial, la tendencia de los descubrimientos y los datos geológicos. En el año 1956, Hubbert predijo acuciosamente el punto máximo de producción de los 48 más bajos estados de Estados Unidos.

Pero las curvas de Hubbert no se aplican a la complejidad y la dinámica de la producción de petróleo y las reservas en el mundo, ya que ellos son el producto de un modelo estático, que sólo ponen énfasis en la geología, y no consideran ni la tecnología ni la función costo/precio. El modelo tuvo éxito en predecir el punto máximo de producción en Estados Unidos, que sólo reflejaba la peculiar condición en esa área, que es la que ha sido más intensamente explorada y explotada del mundo. En otras partes, el esquema de producción no sigue la curva en campana, y por el contrario se caracteriza por una enorme discontinuidad (ver figura 2).

Usando diferentes versiones del modelo de Hubbert, son muchos los geólogos que durante los últimos 20 años han hecho predicciones de una crisis inminente en la disponibilidad de petróleo en el mundo, que posteriormente han tenido que ser revisadas. Entre ellas, la más demostrativa ha sido la de C. Campbell, que predijo que el año 1989 fue el que marcó el máximo de producción (6) (El Precio del petróleo por las Nubes). Desde entonces, este máximo de producción ha sido continuamente sobrepasado.

Antes de mirar en mayor profundidad la situación real del mundo, es necesario aclarar algunos puntos, comenzando con definir la diferencia entre "recursos" y "reservas". La última indica toda la existencia de minerales en términos físicos, sin ningún otro valor económico asociado y sin y/o estimaciones de probabilidades que le sea extraída. En otras palabras, puede haber grandes cantidades que nunca pueden ser usadas por el alto costo, o la imposibilidad de recuperación, como es el caso por ejemplo del oro disperso en el océano. El concepto de "reservas" (como el de recursos recuperables) involucra una evaluación de la posibilidad de producir una parte de todos los recursos. En el sector del petróleo hay definiciones adicionales, donde la más importante es la de "reservas probadas", que incluyen sólo aquellas que pueden ser económicamente producidas y comercializadas en el tiempo presente, de acuerdo con las tecnologías existentes y la demanda. Todo el petróleo URR estimado del mundo, incluyendo aquellas de petróleo condenado, no toman en cuenta el así llamado "petróleo no convencional" (como por ejemplo las arenas alquitranadas de Canadá y los petróleos pesados de Venezuela y Rusia), aun cuando la disponibilidad de estas reservas es enorme y los costos de producción están cayendo rápidamente.

Aun cuando las reservas de hidrocarbones son finitas, nadie conoce cuán finitas son. El petróleo está atrapado en rocas en sub superficies porosas que hacen difícil la estimación de cuánto petróleo hay y cuándo puede efectivamente ser extraído. Algunas áreas son relativamente inexploradas o han sido muy poco analizadas. Además, el conocimiento de los recursos de petróleo en el suelo, aumenta dramáticamente en la medida que se explotan los reservorios de petróleo.

Por ejemplo, los campos de Ken River se descubrieron en California en el año 1899, sugiriendo entonces que quedaban 54 millones de barriles. Sin embargo en 1942, después de 43 años de disminución, quedaban reservas de 54 millones de barriles. Pero en los siguientes 44 años, no produjo 54, sino 736 millones de barriles, y hubo otros 970 millones que permanecían en el año 1986. El campo no cambió, pero cambió el conocimiento (7). Este es uno de los cientos de casos relacionados con el petróleo, que han aparecido en la literatura y que han subestimado la inherente naturaleza dinámica de las reservas de petróleo. Como Klett y Smoker han demostrado recientemente, que desde 1981 a 1996, el número estimado en 186 campos petrolíferos bien conocidos en el mundo (el petróleo descubierto antes de 1981 era mayor de 0.5 billones (109) de barriles (Bbl) de petróleo) aumentó de 617 a 777 Bbl sin nuevos descubrimientos (8). Verdaderamente, muchos estudios han demostrado el fenómeno de "crecimiento de reservas". Es decir, "la suma de volúmenes recuperables probados, generalmente es mayor que las substracciones " (8). Esto ocurre por cuatro elementos fundamentales: tecnología, precio, decisión política y mejor conocimiento de los campos existentes. El último de éstos, es sólo posible conocer por perforaciones intensivas y extensas.

Nosotros anticipamos que esta tendencia va a continuar. Consideremos por ejemplo los descubrimientos de petróleo más recientes, Kazakhstan, y su mayor hallazgo, el campo gigante Kashagan. Los estudios geológicos estimaban que alrededor del área general de Kashagan (Norte del mar Caspio), que había existido por décadas, sólo indicaban la posibilidad de depósitos de hidrocarburos. Después que avanzaron las primeras evaluaciones geológicas en la segunda mitad del decenio 1990, realizados por compañías petroleras internacionales, el área se consideró que contenía entre 2 y 4 Bbl. En el 2002, después de haber completado sólo dos perforaciones y la tasación de dos campos en el campo Kashagan, las estimaciones oficiales fueron entre 7 a 9 Bbl de reservas producibles. En Febrero del 2004, después de explorar cuatro campos más, las estimaciones se elevaron a 13 Bbl. Este es sólo el comienzo, ya que la extensión del área es de 5500 kilómetros cuadrados y los cinco primeros campos, son sólo un modesto indicador del futuro potencial. Pero aún más; hay muchos otros campos petroleros para ser explorados en el área (incluyendo Kairan, Akote y Kalamkas), que tienen una estructura geológica similar a Kashagan.

Gracias a las nuevas exploraciones, durante los últimos 20 años se han estado observando progresos tecnológicos en el proceso de perforado y extracción, que han significado reducciones dramáticas en los costos por barril de petróleo equivalente (boe, la sigla en inglés). Han disminuido desde un promedio de 21 dólares en el período 1979-1981, a menos de 6 dólares en el período 1997-1999 (en dólares del 2001) (9). Al mismo tiempo, la tasa de recuperación de los campos petroleros del mundo, ha aumentado alrededor de un 22% en 1980, a un 35% hoy día. Todos estos factores explican parcialmente el índice de vida de las reservas del mundo (medida como la relación entre reservas probadas de petróleo y producción actual), el que ha mejorado constantemente, desde 20 años en 1948, a 35 años en 1972, y alcanzando en el 2003 a 40 años. Hoy día se estima que las reservas probadas de petróleo exceden a un trillón (1012) de barriles, mientras que el consumo anual es de 28 billones de barriles (10-13). En conjunto, el mundo retiene más de 3 trillones de barriles de reservas recuperables de petróleo (14).

Los críticos anotan que los nuevos descubrimientos, están sólo reemplazando lo que el mundo consume cada año (siguiendo una tendencia de declinación que comenzó en la mitad de la década de 1960) y que el aumento de las reservas en gran parte derivan de la revisión de las existencias de reservas anteriores. Sin embargo, la realidad es que ni los mayores países productores, ni las compañías petroleras, están dispuestas a invertir en grandes campañas de exploración. Los países ricos en petróleo, han minimizado durante los últimos 20 años, la inversión en petróleo, principalmente debido al temor de crear una capacidad excesiva permanente, como la que provocó la crisis en el año 1986 (cuando el precio del petróleo se derrumbó por debajo de US$10 /bbl). En el hecho, países como Arabia Saudita o Irak (que juntos manejan el 35% de las reservas probadas de petróleo), producen petróleo sólo por la explotación de unos pocos campos, sin embargo cada uno ha descubierto más de 50, pero no los han desarrollado. Además, en los países cerrados a la inversión externa, en muchos casos las tecnologías y las técnicas usadas son obsoletas.

Sin embargo, durante los últimos 20 años, las compañías petroleras internacionales han experimentado dos factores licitantes para su expansión: La primera es la inaccesibilidad para inversiones extranjeras en las reservas mayores y más baratas (aquellas en el Golfo Pérsico). La segunda son las demandas del mercado financiero, que por años han insistido que las compañías provean retornos financieros a corto plazo, lo que no es realista ni consistente con la naturaleza misma de las inversiones en las empresas petroleras que son a largo plazo. Esto ha empujado a operadores privados a rechazar oportunidades que normalmente hubieran sido consideradas económicamente atractivas. Esta presión financiera explica parcialmente que las recientes probadas reservas bajarán de categoría por algunas compañías petroleras, comenzando con los sorprendentes cortes anunciados por el "súper gigante" Grupo Shell (15). En verdad, esta compañía petrolera Anglo-Holandesa, no ha perdido sus reservas. Este cuadro no tiene nada que ver con la escasez física de petróleo.

La edad del carbón comenzó cuando la declinación del suministro de madera en Gran Bretaña, provocó un alza de su costo. Dos siglos después, el petróleo tomó el lugar del carbón, como "el rey del recurso energético", por su conveniencia y alta flexibilidad en muchas aplicaciones, pero el carbón nunca llegó a ser escaso, ni llegó a agotarse. La sustitución del petróleo es simplemente una materia de costos y necesidades públicas, no de escasez (16). “Anunciar que viene el lobo" al referirse a la escasez de disponibilidad del petróleo, sólo tiene el efecto de perpetuar la obsesión equivocada de la necesidad de asegurarse su control, que en la opinión pública de Occidente, sólo ha conducido a malas decisiones políticas.


* Science, volume 304, Mayo 21 del 2004


Bibliografía

1.- D. Yergin, The Prize: The Epic Quest for Oil, Money, and Power (Simon & Schuster, New York, 1991), p. 194.

2.- "The end of the oil age”, The Economist, octubre 23, 2003,pp.11 61-63.

3.- D. Coodstein Out of Gas- The End of the Age of Oil (Norton, New York 2004).

4.- Deutsche Bank “Hubbert`s pique", Global Energy Wire, Junio 2003.

5.- K. M. Hubbert, “Nuclear energy and the fossil fuels", in Drilling and Production Practice series (American Petroleum Institute, Washington, DC, 1956).

6.- C. Campbell Oil Price Leap in the Early Nineties (Noroil, Kingston-upon-Thames, UK, 1989).

7.- M. Adelman The Genie Out of the Bottle (MIT Press, Cambridge, MA, 1995).

8.-. T.R. Klett, J.W. Schmoker, AAPG Memoir No. 78, 107 (2003).

9.- International Energy Agency, World Energy Outlook 2001 lnsights (Organization for Economic Cooperation and Development/IEA, Paris, France, 2001).

10.- Oil Gas J. (Diciembre 2002).

11.- Eni-World Oil and Gas Review (Mayo 2003).

12.- BP`s Statistical Review of World Energy 2003 (British Petroleum, London, Junio 2003).

13.- World Oil (Agosto 2003).

14.- USGS, World Petroleum Assessment 2000 (USGS, Washington, DC, 2000).

15.- PIW (Petrol. Intell. Wkly.), Enero 19, 2004.

16.- M. A. Adelman, M. C. Lynch, Natural Gas Supply to 2100 (International Gas Union, Hoersholm, Denmark, 2002).


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