Unos pocos gusanos protegen el intestino
( Publicado en Revista Creces, Junio 2004 )

Ya se ha demostrado que consumiendo regularmente unos pocos gusanos, es la mejor forma de proteger los intestinos. La observación que se hizo hace algún tiempo (Es bueno tener gusanos en el intestino), ahora, después de haber terminado un detallado ensayo clínico, administrando huevos de gusanos a voluntarios, se confirma un excelente efecto terapéutico. Un brebaje conteniendo miles de huevos de gusanos de cerdo, será próximamente lanzado al mercado en Europa.

El producto que se llamará TSO (Trichuris Suis Ova), ha sido producido por la empresa alemana "BioCure", que tiene una empresa hermana llamada "BioMonde", que ya comercializa sanguijuelas y gusanos para curar heridas. Su gerente, Detlev Goj, espera sacar en TSO a la venta en Europa el próximo mes, después de la aprobación por la European Agency for the Evaluation of Medical Products.

Se han elegido los gusanos de cerdo, ya que no viven por mucho tiempo en los intestinos humanos. Para su efecto terapéutico, los pacientes tendrían que tomar TSO dos veces al mes. En un comienzo se había pensado en la administración de huevos de gusanos humanos, como los áscaris lumbricoides, pero estos ocasionalmente producen problemas, como anemia.

El último ensayo en humanos se realizó en Estados Unidos en 100 personas con colitis ulcerativa y en 100 con enfermedad de Crohn, ambas consideradas incurables y causantes de la llamada "enfermedad inflamatoria intestinal".

La ingesta de TSO hace desaparecer los síntomas como sangramientos, dolor abdominal y diarrea. El porcentaje de remisiones es del 50% para la colitis ulcerativa y del 70% para la enfermedad de Crohn. Sin embargo, muchos especialistas se niegan a creer que este tratamiento sea efectivo. Pero el incremento de estas enfermedades que se ha observado durante los últimos 50 años, precisamente coincide con la disminución de las infecciones con parásitos intestinales, por los tratamientos masivos. Pareciera que los parásitos son útiles para impedir el desarrollo de ellas. Es muy posible que nuestro sistema inmunológico se haya desarrollado aceptando la existencia de parásitos intestinales, y que su eliminación haga que éstos sobre reaccionen produciendo esas enfermedades. Todo aconseja no ser tan pulcro y convivir con los parásitos intestinales.



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