(El cuervo construye sus propias herramientas)

"Un cuervo sediento, trataba de tomar agua de un recipiente que la contenía, pero en pequeña cantidad. En consecuencia, no alcanzaba a tomarla, pero se la ingenió para ello. Cerca del recipiente había un montoncito de piedras. El cuervo comenzó a colocar las piedras, una por una dentro del recipiente, con lo que subió el nivel del agua, y así la pudo beber. ¿Fue capaz el cuervo de entender que agregando esas piedras podía subir el nivel del agua?

Los investigadores Emery y Clayton diseñaron diversas pruebas con las que comprobaron que los cuervos tienen una inteligencia superior a la de otras especies de aves, pero semejante a la de los grandes primates no humanos. Mediante las pruebas pudieron evaluar funciones cognitivas complejas, comprobando que eran sorprendentemente hábiles para fabricar herramientas, para medir el tiempo mental de los viajes y para el proceso cognitivo de un comportamiento social adecuado.

Observaron que eran capaces de fabricar herramientas complejas para diferentes usos, como extraer larvas de un agujero, fabricar ganchos para levantar presas, etc. Eran también capaces de calcular las distancias a que tenían que volar para conseguir un alimento perecible, que si está muy lejos se descompone. Recordaban no sólo qué alimentos tenían que escoger, sino también cuánto tenían que viajar para traerlo. Es decir, eran capaces de recordar "qué alimento", "dónde" y "cuándo". También robaban alimentos que otros cuervos habían escondido y almacenado y lo hacían tomando las precauciones para no ser descubiertos. A su vez cada uno escondía lo logrado en lugares difíciles de descubrir.

Los autores señalan que tanto los cuervos como los grandes monos desarrollan inteligencias similares, para ello usan cuatro herramientas cognitivas, que en su conjunto alcanzan a desarrollar una cognición compleja: a.- razonamiento causal, b.- flexibilidad, c.- imaginación y d.- prospección. Así por ejemplo, pareciera que entendieran las relaciones causales por las cuales operan las herramientas que fabrican. Del mismo modo pareciera que desarrollan un conocimiento flexible que les permite ser creativos. Parecen también imaginar posibles futuros acontecimientos, almacenando por ejemplo, cantidades de alimentos diferentes y de diferentes cualidades, para prevenir hambre en un futuro cambiante.

Es interesante también observar que los procesos cognitivos complejos no sólo se han desarrollado en los grandes monos y los cuervos, sino también en otros animales sociales, como los cetáceos. Pero entre los chimpancés y los cuervos, encuentran diferencias estructurales del cerebro, especialmente en el desarrollo de la corteza prefrontal de estos últimos. Esto los hace pensar que los procesos cognitivos en los cuervos y en los monos, han evolucionado a través de procesos cerebrales divergentes, y que la inteligencia podría desarrollarse en especies muy diferentes, incluso en ausencia de la corteza prefrontal.


(Science, Diciembre 10 del 2004).