Surgen dudas respecto al homínido flores
( Creces, Enero 2005 )

El hallazgo del mes pasado en la isla de Flores de Indonesia, de restos humanos que teóricamente corresponderían a una nueva especie, con una data de 18.000 años, parece ser demasiado sorprendente, como para que sea cierto, según piensan algunos expertos

(Se encuentra un nuevo pariente del hombre)

Argumentan que el esqueleto que fue denominado "Homo floresiensis", correspondería a un hombre moderno que padecería de microcefalia, una deformidad caracterizada por una cabeza y un cerebro muy pequeño. El científico indonésico que también critica el descubrimiento, se ha llevado el cráneo para su propio laboratorio, para estudiarlo. Mientras tanto, el equipo de investigadores que hicieron el descubrimiento y que está formado por especialistas australianos e indonésicos, defiende incondicionalmente su hallazgo y no se impresionan por las críticas.

Las principales vienen del hepatólogo Macief Henneberg de la Universidad de Adelaida, en Australia y de Alan Thorne de la Universidad Nacional de Australia, en Canberra. Ninguno de ellos ha visto las muestras, pero ya han publicado sus críticas en revistas científicas. Henneberg argumenta que el cráneo del hominido Flores es muy similar a un cráneo de un microcefalito que fue encontrado en la isla de Creta, con una data de 4000 años. Por su parte, el paleoantropólogo indonesio, Teuku Jacob de la Universidad de Jacarta, en una conferencia de prensa afirmó que la muestra corresponde a un cráneo diminuto de un hombre moderno. El es quien se ha llevado la calavera, desde el Centro de Arqueología de Jakarta, a su propio laboratorio para su estudio.

En el trabajo original, el equipo de investigadores que hizo el descubrimiento, discute y rechaza la posibilidad de que correspondan a restos con deformidades, descartando lo que ellos llaman "enanismo microcefálico primordial". Pero Henneberg, comentó que los autores no consideraron una condición relacionada, llamada "microcefalia secundaria". El concluye insistiendo que esos restos corresponden a un Homo sapiens con una patología de crecimiento asociada.

Por su parte, el arqueólogo Michael Morwood de la Universidad de New England en Armidale, Australia, jefe del equipo que descubrió el esqueleto, insiste en que no se trata de un caso patológico."Ya tenemos por lo menos los restos de siete individuos diferentes", dice él "todos son pequeños y pueden agruparse con el nombre de "Homo floresiensis", por tratarse de una nueva especie de la isla de Flores.

Leslie Aiello de la University College de Londres, dice que para ellos no se trata de un hombre moderno, ya que el hueso craneal occipital está separado. Por otra parte, sus caderas son amplias como la de los australopithesine, y sus brazos son muy largos con relación a sus piernas."Tendría que ser un moderno muy peculiar", dice Aiello.


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