La lombriz y el envejecimiento
( Publicado en Revista Creces, Diciembre 1997 )

Durante los últimos 150 años, se ha prolongado notablemente la vida del hombre en la Tierra. Antes, la expectativa de vida al nacer no pasaba de los 30 años. Hoy en día el promedio es de 67 años, y en los países desarrollados, se acerca ya a los 80 años. En nuestro caso es ya de 74 años. Todo hace pensar que difícilmente esta expectativa promedio logre sobrepasarse más allá de los 80 años, dado que la longevidad de la especie parece estar determinada genéticamente y coinciden con todos los procesos normales de envejecimiento que llegan a hacer incompatible la vida. Pero esto es un promedio y a su alrededor hay una gran variabilidad, de modo que hay algunos que viven 120 o 130 años. ¿Qué hace que éstos vivan más? Es algo que preocupa a muchos, por que al hombre le interesa vivir más. La lombriz de tierra nos está dando ciertos indicios de cómo se podría lograr esto.

Las diversas especies animales, tienen también diversas expectativas de vida. Un perro vive menos que un ser humano, de modo que un año de su vida equivale a siete años de vida del hombre. Pero la lombriz de tierra (Caenorhabditis elegans), vive muchísimo menos. Cada día de ella, equivale a 5 años de vida del hombre. Toda su miserable y obscura vida en el interior de la tierra, en búsqueda de bacterias para alimentarse, dura sólo 16 días. Sin embargo, esa infeliz lombriz tiene algo que el hombre envidiaría: en tiempo de dificultades, como cuando el aumento escasea y hay muchas lombrices, pueden almacenar grasas, dejar de comer y entrar a un estado de “dauer” (del alemán para durable). Entra así a un estado de suspensión, que puede durar dos meses o más. En términos humanos, equivaldría a congelarse y dormirse hasta el año 2297. Lo interesante es que recientemente investigadores de Boston, han descubierto un gen que a la lombriz le es indispensable para entrar en esta fase de suspensión y prolongación de la vida. Pero lo más interesante, es que el mismo gen, está también presente en los mamíferos, incluyendo al hombre.

Recientemente (Science, vol. 277, Agosto 15, 1997, pág. 942), Gary Ruvkun y colaboradores del Massachusetts General Hospital, de la Escuela de Medicina de Harvard, comunicaron que han clonado y secuenciado un gen en la C. Elegant (llamado daf-2), que cuando se altera, éste gusano no puede entrar en la fase “dauer” (fase de suspensión). La verdad es que hasta ahora se han descrito varios genes de éste gusano que se relacionan con el paso a la fase de suspensión, pero lo interesante de éste último es que codifica (tiene la información) para una proteína que es similar a otra proteína que se encuentra en los seres humanos y que desarrolla la función de receptora de la insulina. Es decir, es la proteína que detecta a la insulina en la membrana de la célula (la insulina se secreta en respuesta a la elevación del azúcar en la sangre), y que tiene por función transmitir su mensaje a su interior, para que ésta cambie su metabolismo. Parece que la lombriz, con igual proteína, hace lo mismo cuando entra en el estado de suspensión

Este hallazgo es realmente sorprendente dice Jim Thomas, genetista de la Universidad de Washington. ¿Cómo pudo haberse mantenido durante toda la evolución un misma gen desde la lombriz hasta el hombre?. Según los especialistas, el período de evolución que separa a la lombriz del ser humano, debe ser aproximadamente de 800 millones de años.

Por otra parte, Michael Jazwinski, un genetista de la Universidad del Estado de Lousiana, ha observado que la rata y la laucha pueden vivir hasta un 40% más si se las somete a una dieta de bajas calorías (se las desnutre).
Probablemente el gen que permite esto sea el mismo, lo que haría suponer que la longevidad se podría modificar a través de inducir cambios en el metabolismo de la glucosa. Si fuera así, tal vez en el futuro se podrían diseñar drogas que pudiesen prolongar la vida humana, sin necesidad de someterlos a una desnutrición.

Tal vez la longevidad se deba a que el animal sujeto a la situación de desnutrición, utiliza la glucosa más eficientemente, dice Jazwinski y por eso vive más. Es sabido que a lo largo de la vida se van produciendo daños oxidativos de los tejidos, que van condicionando el envejecimiento, hasta llegar a ser incompatible con la vida. Tal vez al modificar el metabolismo de la glucosa, se producirían menos lesiones oxidativas de los tejidos en función de la edad, y esto explique que se viva más.


1 Respuestas

''la lombriz de tierra (caenorhabditis elegans)'' ese nombre cientifico no tiene sentido ahi, porque C.elegans es un gusano nematodo , nisiquiera es un annelido , no es del mismo filo de las lombrices.

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