Los piojos dejan sus huellas
( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1999 )
Desde hace algún tiempo se viene observando un creciente incremento de los casos de asma en la población infantil de países desarrollados. Del mismo modo, el asma se ha asociado a la presencia de piojos y sus excrementos
(Nuevo enfoque para el tratamiento del asma). Pareciera que el polvo de piojos puede introducirse en el tejido pulmonar y producir una respuesta asmática en las personas que son susceptibles. Pero no está claro cómo esto puede suceder, ya que las proteínas que contiene el polvo son muy grandes para entrar a través de la membrana celular o penetrar entre las uniones de las células, que contienen complejos proteicos que la cementan y que actúan como una barrera para las toxinas.
Clibe Robinson del St George Hospital de Londres, estudiando las alergias, colocó deposiciones de piojos en la superficie de tejidos pulmonares de vacas. Descubrió que estas deposiciones rápidamente rompían el tejido. "Nos sorprendió comprobar cuán destructivas eran las deposiciones de piojos", señaló Robinson.
El análisis de las deposiciones demostró que contenían una gran cantidad de enzimas que este insecto usa para destruir las escamas de la piel humana, que es su alimento principal. Los autores individualizaron una enzima muy particular denominada "Der p1", que debilita las uniones de las células (Journal of Clinical Investigation, vol. 104,1999, pág. 123). Robinson piensa que esta enzima rompe y penetra el tejido pulmonar, lo que despertaría el sistema inmunológico, gatillando así toda la cascada de inflamación y la crisis asmática.
Bruce Stevenson de la Universidad de Alberta de Edmonton, Canadá, cree que este hallazgo es muy importante para entender como las células se unen entre si. Según él, es muy posible que también otros agentes tengan igual acción destructiva, lo que explicaría cómo algunas drogas atraviesan las membranas protectoras, como las que constituyen las barreras hemato-encefálicas, que hasta ahora se consideraban impermeables. Esta observación podría explicar también, cómo algunas células cancerosas se esparcen rápidamente por los diversos tejidos y se establecen en órganos distantes, formando metástasis.