Trágico fin para los dinosaurios
( Publicado en Revista Creces, Marzo 1982 )

Honda discusión causa en diversos círculos científicos la forma como se produjo el exterminio definitivo de dinosaurios y otros representantes de la fauna y flora de eras pretéritas. La hipótesis mas en boga señala que la caída de material extraterrestre en gran cantidad destruyo bosques, calentó las aguas e impidió la fotosíntesis vital para animales y vegetales.

Varios equipos científicos han encontrado en muchos lugares del mundo evidencias geológicas de una catástrofe sucedida hace 65 millones de años, que eliminó aparentemente una gran parte de la vida oceánica y casi toda la vida terrestre.

Los amonites, moluscos planos en forma de espiral, que en aquella época alcanzaba un diámetro hasta 1.5 metros, fueron virtualmente aniquilados. De acuerdo a los restos geológicos, muchos bivalvos y esponjas también desaparecieron. En este mismo período fueron eliminadas muchas plantas y animales terrestres, incluyendo a los dinosaurios que se extinguieron totalmente. También habría desaparecido el pterosaurio (reptil volador), tres especies de cocodrilos, por lo menos cuatro familias de tortugas marinas; los ictiosaurios (reptiles marinos gigantes), los plesiosaurios y muchas especies más. ¿Qué sucedió? ¿Fue esto gradual o debido a una extinción catastrófica?. Este es uno de los rompecabezas geológicos más interesantes, que está apasionando a los científicos durante los últimos años.

Muchas teorías tratan de explicarlo. Para algunos, fue debido a un quiebre en la cadena alimentaria que afectó primero a la vida marina y luego a la terrestre que dependía de ellos. "Algo" sucedió en el ambiente que tal vez pudo haber elevado la temperatura de la Tierra. Para otros la explicación es al revés: erupciones volcánicas lanzaron cenizas a la atmósfera y ello habría provocado una caída de la temperatura. En ambas circunstancias se habría alterado la cadena trófica comenzando con el plancton marino que habría desaparecido y siguiendo con toda la vida marina como consecuencia de ello. Esto en definitiva habría afectado la vida terrestre. Pero ninguna de estas hipótesis explica satisfactoriamente por qué desaparecieran totalmente los reptiles y otras especies de la Tierra.


Nueva hipótesis

En 1980, un grupo de paleontólogos de la Universidad de California presentó otra hipótesis. Luis Alvarez, su hijo Walter y dos físicoquímicos, Frank Asaro y Helen Michel, descubrieron una formación rocosa en los Apeninos que contenía una concentración excesivamente alta de iridio. Esta formación medía aproximadamente 3 centímetros de alto. Debajo de esta capa estaban los restos petrificados de animales prehistóricos del período Cretáceo. En la misma capa no había ningún resto, como tampoco lo había por encima de ella. Era como una capa geológica que marcaba el fin de una etapa. Arriba de esta capa había restos petrificados de otros animales, que corresponden a un período posterior, el Paleoceno.

El iridio es uno de los muchos elementos que se denominan siderófilos (afines al fierro) normalmente presente en muy pequeña cantidad (0,000007%) en las rocas. Sin embargo, se ha encontrado como un elemento muy abundante en los meteoritos. La capa que descubrió Alvarez y colaboradores tenía un altísimo contenido de iridio (30 veces más que cualquiera otra roca). De allí nació una nueva hipótesis: que esta capa que se habría formado en todo el fondo del mar, correspondiera a elementos provenientes de micrometeoritos, que durante un cierto número de años cayeron sobre la Tierra.

Estudios posteriores han permitido comprobar la existencia de la misma capa de alto contenido de iridio, en muchas otras zonas geográficas del mundo: Dinamarca, España, Nueva Zelandia y en el fondo de los océanos Pacífico y Atlántico. De allí se ha ido consolidando la hipótesis de que durante el período de la extinción masiva cayeron sobre la Tierra 500 mil toneladas de un material extraterreno que rápidamente se depositó sobre la superficie.

¿De dónde provenía este material? ¿Del sistema solar o de algún otro lugar del espacio?. El científico Melvin Rudelman, de la Universidad de Illinois, sugiere que esto podría haber sucedido después de una gigantesca explosión de una supernova, que lanzó rayos gamma al espacio y que podía haber arrastrado micrometeoritos a la Tierra y la Luna. Estudios posteriores desestimaron esta hipótesis, porque no puede explicar toda la enorme cantidad de iridio que se depositó.

Sin embargo, se sigue pensando en la posibilidad de una supernova. Paolo Maffei, del observatorio Astroférico de Catania, en Italia, ha estudiado la posibilidad de una explosión gigantesca que habría ocurrido a una distancia de 1.000 años luz del sistema solar, al final del período mesozoico.

La otra posibilidad es que este material haya provenido del sistema solar y que la Tierra se haya encontrado con un meteorito, un asteroide o con un cometa. En la primera posibilidad, la Tierra debió haber chocado con un meteorito de un diámetro superior a los 10 kilómetros. Richard Grieve, del Departamento de Energía, Minas y Recursos del Canadá, sugiere que después del choque, el material haya reentrado por rebote a la atmósfera y luego haya caído el iridio en forma de lluvia sobre la Tierra.

La otra posibilidad es que haya sido un cometa que se acercó a la Tierra. Los cometas tienen una baja densidad y están compuestos especialmente de hielo. Es difícil que éste hubiera contenido sustancias siderófilas en cantidad tal como para provocar el fenómeno.

Cualquiera de las dos hipótesis afirma que se debiera haber producido una catástrofe muy rápida. Según M. Clibe y William Naiper, del Observatorio Real de Edimburgo, un aerolito de 10 kilómetros de diámetro produciría una onda de shock que no sólo podría destruir los bosques, sino también todos los animales mayores. Si un aerolito de ese tamaño cayera en el mar, produciría olas de más de ocho kilómetros de alto.


Fotosíntesis

Según Walter Alvarez, aun este tipo de impacto no sería suficiente como para causar toda la extinción del período mesozoico. Ellos sugieren que necesariamente se debiera haber levantado una gran nube de partículas que alcanzó la estratósfera, e hizo la atmósfera menos transparente, alterando así la fotosíntesis. Ello explicaría la desaparición total de la vida vegetal en la Tierra y del plancton en el mar. Como consecuencia de ello, fallecieron posteriormente los animales que se alimentaban de esos alimentos. Una vez pasado el fenómeno, esporas y semillas que quedaron volvieron a germinar con lo que renació el proceso evolutivo y comenzó a repoblarse el océano con invertebrados y luego animales más diferenciados.

En todo caso el misterio continúa y aún nadie puede explicar con seguridad por qué desaparecieron los dinosaurios hace 64 millones de años.



Para saber más


(1) Smith, J.A., Hertogen, J.: An extraterrestrial event at the cretaceous tertiary boundary. Nature 285:198, 1980.

(2) Alvarez, L., Alvarez, W. Asaro, F. y Michael, V. Extraterrestrial for the Cretaceous-Tertiary extinction. Science, 208: 1095, 1980.

(3) Russell, D. The mass extinctions of the late Mesozoic. Scientific American 246: 48, 1982.

(4) Sullivan, S.: Mass extinctions increasingly blamed on catastrophes from the Sys. New York Times, 19 enero 1982.


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