Y nos vamos calentando
( Publicado en Revista Creces, Diciembre 2000 )

Un grupo de científicos rusos viajó en un rompehielo hacia el Polo Norte. Esperaban ver grandes extensiones de hielos y, en cambio, vieron grandes océanos con algunas masas de hielo flotando en el horizonte. Es que el Polo Norte se está derritiendo. Iguales observaciones confirman también que los hielos del Polo Sur comienzan a desprenderse constituyendo volúmenes de grandes hielos de cientos de kilómetros que flotan por el océano, mientras que por otro lado, diversas observaciones fotográficas certifican también que los hielos se están retirando.

Noticias aseguran que durante la década de los 90, siete de los diez años, batieron el récord de temperatura de la Tierra dentro del período de los últimos 150 años, fecha desde la que se tiene registro. Los datos se confirman si se escarba profundo dentro los antiguos datos chinos, que en algunos años va hasta los 2000 años, o si se cree en la información que entregan los anillos de los árboles, o en los estudios en profundidad de los hielos polares. Todo parece indicar que vivimos el período más caliente del último milenio.

¿Es esto un ciclo natural como ha habido muchos en la historia de la Tierra? o por el contrario ¿El calentamiento es producto de la actividad humana? Si la respuesta fuese esta última, significaría que estamos avanzando hacia una catástrofe inminente.

Aun cuando no podemos estar absolutamente ciertos de la respuesta, cada día las sospechas se inclinan a la segunda posibilidad. Con todo, los más sofisticados estudios climáticos no pueden dar una respuesta definitiva, debido a la enorme cantidad de variables que aun no conocemos y que condicionan el comportamiento e interrrelación de la atmósfera, el mar, la tierra y las criaturas vivas. No podemos predecir exactamente los cambios que experimentará el clima si continuamos echando a la atmósfera más gases invernadero. Así por ejemplo, en la medida que la temperatura se eleva, más agua se evaporará desde la superficie del mar. El incremento del vapor de agua puede aumentar el efecto invernadero, pero no se sabe cuanto. Ahora se ha descubierto que en las nubes existen bacterias que pueden inducir lluvias, pero no sabemos cómo ellas podrían incrementarse frente al aumento de la temperatura de la atmósfera. La incertidumbre es grande.

En la reunión Cumbre de Río en el año 1997, se concibió una estrategia para que por lo menos se disminuyera la producción de gases invernadero producto de la actividad industrial y de los vehículos de transporte y se fijaron metas para detener la polución para el año 2010. Para hacer la meta más alcanzable, los gobiernos agregaron una segunda opción, consistente en plantar bosques y cambiar el uso de la tierra para que esta vida vegetal absorbiera más C02 de la atmósfera, pero de nuevo ello podría ser contraproducente, tanto porque no se sabe cómo medir la captación de C02 por los bosques, como porque no se sabe cómo controlar el proceso e impedir los engaños que tan frecuentemente nos hacemos los seres humanos. Lo recomendable sería comenzar cuanto antes a abordar el problema real, cual es disminuir la producción de gases invernadero. 0 tal vez habrá que esperar que llegue el día en que las cosas sean aun más apremiantes y tengamos que recriminarnos por no haber escuchado a tiempo los mensajes que el planeta nos ha estado enviando.



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