El 11 de julio del presente año (2004), se llevó a cabo la décimo quinta conferencia del SIDA en Bangkok, Tailandia. Las estadísticas allí analizadas son cada vez más alarmantes, con 20 millones de muertos, 38 millones de infestados y millones de huérfanos.

El ministro de agricultura de Alemania, Renate Kúnast, miembro del partido verde y fuerte crítico de las semillas modificadas genéticamente, ha propuesto una nueva ley de regulación para las semillas genéticas, que podría abrir el camino para comercializar plantas modificadas genéticamente. Sin embargo en la misma ley se advierte a los campesinos que deben cuidar que no se produzca una contaminación de polen con los vecinos. Una cláusula que la Asociación de Agricultores de Alemania, estima que en la práctica va a desanimar a los que quieran plantarlas.

El titular del diario decía: "Por una disputa por los zapatos, un niño de 11 años mató a su padre". La noticia parece increíble. ¿Cómo un niño puede cometer ese horrible crimen y después no sentir ni siquiera remordimiento?