( Creces, Junio 2005 )
Gastamos casi un tercio de nuestras vidas durmiendo y no sabemos por qué ni para qué. Debe existir alguna razón muy poderosa, ya que tanto los mamíferos, como las aves y los insectos tienen que dormir. Más aún, si alguno no duerme, termina muriendo. La depravación del sueño en los animales superiores, es tan grave como deprivación de alimentos. En uno y otro caso, los animales mueren más o menos en el mismo período de tiempo. Si a una rata se la mantiene despierta, fallece antes de los 20 días, del mismo modo que si permanece en ayunas.