( Publicado en Revista Creces, Agosto 2001 )
La exquisita estructura de las proteínas les permite desarrollar complejas tareas, desde manejar todas las reacciones químicas a construir intrincadas redes de comunicación que dejan chico a internet y sus páginas web. Pero cuando estas inteligentes moléculas llegan a ser defectuosas, los resultados son desastrosos, causando enfermedades tales como el cáncer o la enfermedad de las vacas locas.