( Creces, 2007 )
Algo que ya había sucedido, vuelve a repetirse. Cuatrocientas toneladas de residuos petroquímicos se arrojaron en terreno abierto en la Costa de Marfil, cerca de la ciudad de Abidján. Allí el 19 de Agosto del 2006, un buque carguero desembarcó y arrojó sin consideración todos los desperdicios tóxicos. Como consecuencia de ello, siete personas murieron y aproximadamente 40.000 presentaron vómitos intensos, dificultades respiratorias, fuertes dolores de cabeza y erupciones de la piel. El principal veneno que contenían los desperdicios, era sulfito de hidrógeno (olor a huevo podrido), junto con mercaptan, otro veneno sulfuroso.