( Publicado en Revista Creces, Abril 1998 )
No cabe duda que el plomo es muy dañino en el niño. Se deposita en los tejidos produciendo diversos síntomas, de donde difícilmente se puede remover. Ello es especialmente tóxico en el cerebro, donde produce síntomas neurológicos y daño psíquico. Sin embargo, según un reciente estudio sueco, en el adulto puede no ser tan peligroso. Se trata de un seguimiento durante 10 años a 38 obreros que trabajaban en una planta de fundición, observándose que durante este tiempo en ellos no constataron pérdida de la memoria, ni alteraciones de su comportamiento.