Cómo fué el hombre de Pekín!
( Publicado en Revista Creces, Agosto 2004 )

La imagen que se generalizo del "hombre de Pekín", que había descubierto y manipulado el fuego y que vivía solitariamente en una caverna, ahora parece no ser cierta. Nuevas investigaciones permiten afirmar que era violento, que no se diferenciaba de otras especies animales, que no cazaba y que vivía alimentándose de la carroña de otros animales.

El hombre de Pekín vivió en el "Cerro Huesos de Dragón", un lugar situado a 40 kilómetros al Este de Beijing. Allí en la década de 1920, fue donde se encontraron los huesos fosilizados de unos 50 individuos, junto a restos de otras muchas diferentes especies animales. Con todo ello, los investigadores reconstruyeron una imagen de cómo vivían estos hominidos cavernarios. Los expertos pensaban que se manejaban con destreza para matar animales, para luego trozarlos con herramientas simples de piedras y cocerlos al fuego y alimentarse en un banquete. A ellos se les asignó el mérito de ser los primeros que dominaron el fuego, usándolo para iluminarse y calentarse en sus hogares de la edad de hielo, como también para cocinar y asustar a sus predadores.

Esta ha sido una hipótesis de reconstrucción muy defendida por los paleoantropólogos, pero que nuevas investigaciones parecen ahora cuestionar (New Scientist, Abril 17 del 2004, pág. 32).

NoeI Boaz, profesor de anatomía en Ross University, New Jersey y Russell Cionchon, antropólogo de Iowa University, junto a sus colegas, Qinqi Xu y Jinyi Liu del Centro de Investigación Internacional Zhoukoudian en Beijing, han estado investigando al llamado "Hombre de Pekín," durante una década, y han llegado a la conclusión que no eran habitantes de cavernas ni cazadores, sino simples carroñeros. En el hecho estaban mucho más cerca de los homos de pequeños cerebros, propio de las primitivas especies africanas, que de nuestros más recientes ancestros, o incluso de los Neanderthals. Los antepasados del “Hombre de Pekin" tenían las mismas características de los que migraron de Africa y atravesaron Asia. Es que el "Homo erectus" en esencia era un animal tropical, que eludía el frío, con un primitivo control del fuego, con el que probablemente aterrorizaba a los otros animales con los que competía por los alimentos.

El Cerro Huesos de Dragón, o Longgushan, cerca de la ciudad de Zhoukoudian, es un lugar único, y ha sido declarado Herencia Mundial por Naciones Unidas. No existe otro sitio, con excepción de la Cueva de Atapuerca recientemente descubierta en España (Los primeros ancestros humanos datan entre 6 y 7 millones de años), que contenga tantos ancestros humanos fosilizados.

Desde el comienzo de su descubrimiento, los restos de homínidos se robaron la película. En la década de 1920, el Hombre de Pekín, llegó a ser una celebridad internacional. Davidson Black, en ese entonces profesor de anatomía de la Escuela de Medicina de Pekín, publicó el hallazgo en la revista "Nature", a partir de dos dientes que había encontrado. Poco después, Black descubrió otro diente y creyó encontrar una especie diferente, que denominó "Sinanthiropus pekinensis" o “el hombre chino de Beijing". Más tarde, en Diciembre de 1929 se descubrió el primer cráneo. Hoy día se considera tanto al "Hombre de Pekín", como al "hombre de Java", descubierto anteriormente por el antropólogo Eugene Dubois en 1890, como dos muestras del "Homo erectus".

En los últimos años, utilizando diferentes técnicas, se ha podido calcular la edad de estos restos tanto humanos como también los restos de otros animales, pudiendo afirmar que vivieron en el período "Pleistoceno medio". Mediante otras técnicas se ha calculado que el "Homo erectus" ocupó la caverna en forma intermitente, entre 670.000 y 410.000 años atrás.

Esto hace a Zhoukoudian un asentamiento para el "Homo erectus", relativamente reciente, ya que la especie habría migrado de Africa entre 1.9 y 2 millones de años atrás, llegando hasta Java hace por lo menos 1.8 millones de años, de acuerdo a los últimos hallazgos (Más habilidades del Homo erectus), (Cuando el hombre salió de Africa).

Probablemente fueron las fluctuaciones climáticas ocurridas durante el pleistocene, las que los empujaron a abandonar Africa (cuando Asia era más caliente y húmeda), lo que también los debe haber limitado a no seguir más hacia el norte, donde el clima era más frío Los nuevos análisis sedimentarios, junto a los restos óseos, ahora sugieren que los homínidos vivieron cerca de la caverna sólo cuando las temperaturas fueron más cálidas.

¿Pero fue esta caverna habitada realmente por los homínidos? De ser así se esperaría que en su interior hubiese más restos fósiles y más numerosos. Pero lo que más abunda son restos de grandes hienas del tamaño de un león. También se encuentran restos de leones y lobos en forma abundante, mientras que los huesos de homínidos son sólo fragmentarios. Todo parece indicar que los habitantes de la cueva eran los grandes carnívoros, especialmente las hienas En cambio los homínidos parecen que vivían en las cercanías, en lugares más expuestos. Las pocas herramientas de piedra encontradas en la cueva, parecen indicar que la visitaban sólo ocasionalmente.

¿Era cierto que el "Hombre de Pekín" dominaba el fuego? El geólogo Paul Goldberg y su equipo de la Universidad de Boston, han encontrado que los primeros investigadores tomaron como restos carbónicos, corresponden a capas microscópicas de detritus, probablemente por decaimiento de substancias orgánicas. Los huesos en cuestión se encontraron sólo en una pequeña área de la cueva, lo que hace pensar que eran restos dejados escondidos por las hienas, que nunca volvieron por ellos,

Incluso el descubrimiento de cenizas en la cueva del Cerro Huesos de Dragón, no son concluyentes de que el "Hombre de Pekín" haya usado el fuego regularmente. Cuando el geoquímico Steve Weiner del Instituto Weizmann Institute of Science de Israel, las compara con las cenizas encontradas en las cuevas de los Neanderthals, observa diferencias cruciales: en estos no encuentra sílica. La sílica que se encuentra en estructuras de la madera, llamadas "fitolitos", sobreviven al fuego. Mientras los Neanderthals realmente quemaban madera, el fuego encontrado Zhoucoudian parece provenir de guano seco, depositado en el suelo de la caverna por murciélagos y lechuzas que allí vivían. De modo que si el "Hombre de Pekín" usó el fuego, éste fue muy tenue, como lo utilizaron sus ancestros en Africa, donde se encuentran manchas de arcilla, como signos aislados de fuego, de hace 1.7 millones de años atrás. De haber usado el fuego, ello ha sido en forma efímera para ahuyentar a los grandes carnívoros y quitarles sus presas, pero no como algo vital en su existencia, como se ha sugerido en las pinturas tradicionales que se han hecho del Cerro de Huesos Dragón.

"Nuestro re-análisis de los hallazgos fósiles, descarta el mito de una heroica vida en la cueva, luchando contra las bestias y los elementos, tratando de establecer su hogar, usando sus primitivas herramientas de piedra. Por el contrario, todo parece indicar una vida carroñera, que con fuego y piedras en sus manos, trataban de robar restos de trozos de carne o huesos de animales cazados por otros carnívoros", dice Boaz.

De acuerdo a toda la información arqueológica, el sistema de vida del “Homo erectus" fue muy estático en el tiempo, permaneciendo en la misma forma por millones de años, ya fuera en Africa o en Eurasia. Ello parece indicar que aquellos homónimos eran incapaces de hablar, una conclusión que está de acuerdo con el pequeño cerebros del “Homo eréctus", que tenía una capacidad variable entre 750 y 1250 centímetros cúbicos, lo que es sólo tres cuartos del tamaño del hombre moderno. Ha sido posteriormente, con la evolución del lenguaje complejo, que fueron posible los cambios culturales únicos de la especie humana.

Pero la seguridad de que el "Hombre de Pekín" fue diferente a lo que previamente se había sugerido, proviene del análisis de sus restos fósiles. La mayor diferencia anatómica entre el "Homo erectus" y otros homínidos, está en su cráneo. El está constituido por una gruesa pared ósea, que se ha comparado con el caparazón de una tortuga. Si aumenta el tamaño del cerebro, necesita un cráneo con una mayor capacidad, pero no un cráneo más grueso. Recientemente se ha sostenido que se requeriría ese grosor para insertar los músculos de la masticación (Los antepasados de la especie humana) pero ello no hace sentido con el hecho que el "Homo erectus" tiene dientes más pequeños que los homínidos primitivos. Por el contrario, todo hace pensar que el cráneo esta más grueso porque requería de mayor protección para el cerebro. ¿Pero por qué requeriría de mayor protección?

La respuesta parece encontrarse en los mismos cráneos del Cerro Huesos de Dragón. Ellos frecuentemente tienen signos de traumas, y en particular el tipo de fracturas con depresión, las que son causadas por un fuerte golpe en la cabeza mediante algo contundente. Todo parece indicar que ellas eran producidas por cruentas disputas. La historia del "Homo erectus" tiene que re-escribirse, y aceptar que los comienzos de nuestros antepasados no descollaron por la cooperación o la sociabilidad.


3 Respuestas

Interesante la forma de cómo se describe y refuta la idea de aquellos que sostienen que este humanoide haya usado el fuego para fines comestibles y abrigo.

  • Por
  • 27-03-2022 17:27:24

La verdad le faltan mas subtitulos pare que se pueda ubicar lo que estas leyendo

  • Por
  • 27-03-2022 17:28:35

Tambien es verdad que el texto esta muy bien planteado y concreto pero le faltan subtitulos

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