La historia humana
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 2002 )

Hace seis millones de años una banda de monos corría y jugaba en los tupidos bosques de África... Algunos de ellos se bajaron de los árboles y comenzaron a caminar erguidos y sus descendientes se esparcieron por el mundo. Esta es la historia de un mono extraordinario.

Los humanos podemos llamarnos justificadamente los organismos más exitosos. Colonizamos todos los continentes y nuestras tecnologías, culturas, capacidad de comunicaciones y uso de los recursos del mundo nos hace aparecer muy diferentes del resto de los animales. Sin embargo, aún tenemos una notable semejanza biológica con nuestros parientes más cercanos, los chimpancés.

Nadie sabe con certeza cuándo nuestras líneas divergieron. Las evidencias son difíciles de encontrar y más difícil aún de interpretar, de modo que los modelos de evolución humana son motivo de constante disputa (ver recuadro ). El libro de Charles Darwin, "El Origen de las Especies" da la idea de que nuestros ancestros provienen del mono. Desde entonces, se han encontrado cientos de fósiles y miles de herramientas de piedra, que confirman la hipótesis de Darwin.

Las evidencias prehistóricas, como también las comparaciones entre los humanos y otros animales y el estudio de la cultura humana, cada día nos están entregando mayor información de lo transcurrido desde nuestros primeros pasos entre los bosques de Africa y nuestra moderna cultura.

Los humanos son mamíferos, como los caballos, las ratas y los delfines. Más precisamente, somos "primates", un grupo de animales que apareció por primera vez hace 60 millones de años y que incluye a los lémures, los monos y los simios. Los primates son muy apropiados para vivir en los árboles.

Para trepar y correr entre las ramas requieren de destreza, buena vista y excelente juicio, ya que una caída desde un árbol puede ser fatal. Al mismo tiempo tienen que descubrir los insectos, clasificarlos y cazarlos. Los primates están bien dotados de cerebro. Con sus manos pueden manipular los alimentos. Por lo general, sus embarazos resultan sólo en una cría y en consecuencia desarrollan un buen cuidado maternal, lo que asegura una buena posibilidad de que esa cría sobreviva hasta la edad reproductiva. En comparación con otros mamíferos de igual tamaño, los primates son longevos. El chimpancé en cautiverio, por lo general, vive hasta los cuarenta años, mientras que el caballo ya está viejo a los veinte.


El animal en nosotros

Los primates, por lo general son "animales sociales" y se comunican entre sí ya sea por expresiones faciales, como por ladridos y gruñidos. Los que viven en grupos sociales por lo general guardan estrictas normas de jerarquías dentro del estatus social. En algunas especies es la hembra la dominante, mientras que en otras los machos ordenan. Los machos que defienden a los grupos de los predadores, por lo general son de mayor tamaño que las hembras y tienen dientes caninos más largos. Pero la forma de vida de los primates es relativamente libre de predadores, lo que sumado a la rica dieta de los árboles, les ha dado la posibilidad de gastar mucho tiempo jugando unos con otros. Gastan muchas horas del día en cepillarse y arreglarse, como en hacer amigos y meterse en intrigas sociales.

Entre 25 y 5 millones de años atrás, había muchas especies de monos. Esa fue la edad de los monos. El clima en la mayor parte de Africa y Asia era caliente y húmedo y los bosques crecían en las regiones semitropicales y tropicales del Viejo Mundo.

Pero alrededor de 7 millones de años atrás, el clima comenzó a cambiar. Cayó la temperatura, los bosques comenzaron a retroceder y los monos fueron menos y aislados. Las sabanas con sus pastizales y malezas se hicieron más comunes, lo que llevó a un incremento en el número de monos.

Los monos del Africa, los gorilas y los chimpancés son nuestros parientes más cercanos. Todos los huesos de sus esqueletos son comunes a los nuestros y la distancia genética entre los humanos y el chimpancé, medido por la similitud de sus proteínas, es menos del 1 %.

Esta pequeña diferencia condujo a grandes cambios: mientras podemos reconocer nuestros ancestros de mono en nuestra sangre, cuerpo, manos, expresiones y comportamientos, los estudiosos tratan de explicar cuándo y cómo fue que comenzamos a "caminar erguidos", llegando a tener un esqueleto que se adaptaba muy bien a este tipo de locomoción. Para esto se requirieron muchas adaptaciones, el pie en ángulo recto con la pierna y el desarrollo de un talón. La pelvis llegó a ser más redonda para llevar el peso de los órganos abdominales, la columna se curvó en forma de s, para soportar el peso de la cabeza, los brazos, y es la base del cráneo la que articula con la columna, a diferencia de los que caminan en cuatro patas, donde la articulación es con la parte de atrás del cráneo.

Otras diferencias que tienen que explicarse son, por qué (al menos la mayor parte) tenemos poco pelo. En la mano tenemos un pulgar que se opone al dedo índice, lo que nos permite tomar objetos con precisión formando una pinza entre estos dedos. Nuestra cara es achatada, a diferencia de los monos, que tienen mandíbulas protuberantes. El impulso del desarrollo que se observa en la pubertad de los seres humanos, no se ve en los otros primates, por lo que pareciera que la crisis de la adolescencia, es sólo un fenómeno humano.

Finalmente, pero no lo menos importante, nosotros tenemos un "cerebro expandido" que nos permite desarrollar y usar herramientas de gran complejidad. El tamaño y la estructura del cerebro también ha hecho posible el desarrollo del lenguaje, no sólo para comunicarnos actividades biológicas, como la receptibilidad sexual, hambre y agresión, sino que ideas complejas, planes y filosofías. La cultura y el uso de rituales para marcar las diferentes etapas de la vida son únicas en el reino animal.

Aún debe encontrarse el "eslabón perdido" entre los monos y los humanos. Pero sabemos que hay que buscarlo en Africa y entre 6 millones de años atrás. Nuestros parientes más cercanos aún viven en Africa y los fósiles homínidos más antiguos encontrados datan de 2.5 millones de años.

Los chimpancés y otros monos sólo ocasionalmente caminan en dos piernas, por lo que es muy probable que nuestros ancestros también hayan caminado en cuatro patas. En algún momento, entre 6 y 4.5 millones de años atrás, descendientes del ancestro común comenzaron a caminar erguidos.

Se acepta que el erguirse para caminar en dos piernas fue la primera etapa que definió a los "homínidos". Este grupo incluye a todas las personas vivas de hoy día, y todos los ancestros que con el tiempo anduvieron erguidos. Se han encontrado fósiles que pertenecieron a diversas ramas de homínidos, que caminaron en dos piernas, pero que posteriormente desaparecieron sin dejar huellas.

La mayor parte de los primitivos homínidos pertenece al género "Australopithecus" o "mono del sur". Los más antiguos tienen más de 4 millones de años y después de tres millones de años se desarrollaron diferentes especies de australopithecus, una de los cuales tiene que haber sido nuestro ancestro, mientras que los otros se extinguieron.


Ancestros comunes

Ya los primeros "australopithecus" pudieron caminar erguidos, aun cuando hay algunas características en los huesos de los más primitivos que señalan que también tenían condiciones para adecuarse a los árboles, lo que les permitía treparse a ellos para buscar alimentos y protección.

Uno de los más conocidos y primitivo homínido encontrado tiene una data de 3 millones de años y se llama "Lucy". Habría vivido un millón de años después que caminó erguido el primer homínido. Su descubridor, Donald Johanson del Institute for Human Origins, la llamó así porque cuando la descubrieron estaban escuchando a los Beatles, que cantaban "Lucy in the Sky with Diamonds". Fue descubierta en el año 1974 en Afar Hadar en Etiopía. Lucy tenía una altura de 1.07 metros y probablemente pesaba alrededor de 30 kilos, menos de la mitad de lo que pesa una mujer actual.

Por las características de la pelvis de Lucy, resulta claro que caminaba del mismo modo que nosotros. Sin embargo su cerebro no era más grande que el del chimpancé. De esta forma, parece que el cerebro no fue el factor crucial que comenzó distinguiéndonos de los monos, sino que por el contrario, el hecho de caminar erguido. ¿Pero qué ventajas tuvieron nuestros ancestros sobre sus contemporáneos que caminaban en cuatro piernas?

Meter Wheeler de la Universidad de Liverpool sugiere que el bipedalismo evolucionó como una adaptación para buscar alimentos en las latitudes ecuatorianas calientes. Para la mayor parte de los mamíferos africanos es importante mantener el frío durante el intenso calor del día, lo que no es fácil porque exponen una gran área de superficie al sol. Ellos tenían que resignarse a descansar en la sombra durante el día y sólo cazar temprano en la mañana o en la tarde. El cerebro en particular es difícil mantenerlo frío y mientras más grande es él, más caliente se pone.

Muchos mamíferos tienen cámaras complejas con superficies húmedas en la nariz y han desarrollado un sistema de intercambio de calor para mantener la sangre fría respirando y acelerando la evaporación. Esto no era una opción para el primitivo homínido, ya que ellos no tenían un hocico que les sirviera de sistema de enfriamiento. Sin embargo, una posición de pie podía solucionar muchos de estos problemas, especialmente combinándolo con una reducción del pelo del cuerpo. El caminar de pie, significaba que una menor superficie del cuerpo se exponía al medio día, directamente al sol, mientras que el calor podía perderse más rápido ya que cualquier brisa incrementaba la evaporación del sudor, enfriando así el cuerpo. Por otra parte, reteniendo el pelo en la parte superior de la cabeza y tal vez en los hombros, lograban un escudo para proteger las áreas directamente expuestas al sol.

Una mejoría de la capacidad de controlar la temperatura del cuerpo significaba que nuestros ancestros podían hurgar y deambular al medio día, cuando había menos competencia y menos predadores. Si esto es correcto, la pérdida del pelo probablemente ocurrió muy temprano en la evolución y estuvo conectada con el bipedalismo.

Fue un tipo de vida muy exitoso. A diferencia de otros monos, los australopithecines, desde los bosques y las orillas de los ríos, se pudieron aventurar en las sabanas. Se esparcieron así al sur de Africa y en los próximos dos millones de años se fueron desarrollando en numerosos tipos diferentes. De alguno de ellos partió el origen de los humanos, los que convivieron por muchos años con los otros austrolopithecus que vagaban en las sabanas africanas. Algunas especies, los "austrolopithesines robustos" desarrollaron grandes dientes trituradores, junto con fuertes músculos para masticar, lo que significó el desarrollo de mandíbulas fuertes que se insertaban bien en el cráneo.

Parece poco probable que el austrolopithecus hubiese usado herramientas. Algunos huesos encontrados en las cuevas de Sud Africa presentan puntas con marcas similares a las producidas experimentalmente por los arqueólogos. Pero lo probable es que ellas hayan sido hechas por los primitivos representantes de la especie "Homo". En general se piensa que los austrolopithecus nunca llegaron a la producción sistemática de herramientas como método esencial para obtener alimentos.

Fue hace aproximadamente 2.3 millones de años, que se desarrollaron las primeras especies "Homo" a partir de un australopithecus delgado. Fue el "Homo habilis" el primer fabricante de herramientas, lo que coincide con el mayor crecimiento del tamaño del cerebro.

Hay que ser un experto para identificar las primeras herramientas de piedra. Para la mayor parte de las personas, se ven como cualquiera piedra descascarada. Pero el análisis microscópico junto a muchos años de trabajo experimental de los arqueólogos que han estado ensayando en elaborar las piedras, además de los sitios en que se han hallado, permiten concluir que ellas fueron elaboradas deliberadamente.

La forma más común de esta cultura tan primitiva, conocida como "Oldowan", incluye: "esferoides", que como su nombre lo indica, son piedras esféricas de río, en que el análisis microscópico demuestra que se usaron para martillar otras piedras o huesos. Piedras con filo en un lado para poder cortar, y escamas que también tenían una punta aguda.


Quebrando huesos

Mientras el andar erguidos distinguía a los homínidos de sus antepasados, así también el hecho de fabricar herramientas distingue al genero "Homo" de los australopithecus.

Johanson cree que las primitivas herramientas de piedra eran usadas para extraer la médula ósea de los huesos abandonados por los grandes predadores, los leones, las hienas o los tigres. Este alimento no podía ser utilizado por los otros animales y en cambio era muy útil para mantener un cerebro relativamente grande.

Durante este tiempo vivieron en Africa más de tres especies fabricantes de piedras, y una de éstas, llamada "homo ergaster", pudo haber sido una forma primitiva del "homo erectus", el nuevo y mayor exponente en la historia de la evolución humana.

Los primeros fósiles de este tipo tienen 1.8 millones de años. Estos eran más altos, con una cabeza plana, sin llegar a sobresalir entre los de hoy día. De nuevo su cerebro era más grande que el de sus predecesores, alcanzando para el adulto un volumen de 900 centímetros cúbicos. Si bien es cierto que el cerebro del hombre moderno tiene un volumen de alrededor de 1300 centímetros cúbicos, el cerebro del "Homo erectus" fue el primero que podría caer dentro de un rango normal, si se compara con la gente moderna.

El Homo erectus fue un gran viajero y parece que fue el primero de nuestros ancestros que se aventuró más allá de Africa. Se han encontrado fósiles de esta especie muy lejos de Africa, como en China y en Java. Sin embargo los arqueólogos han descrito al Homo erectus como un monótono fabricante de armas siempre iguales. A poco de su primera aparición Homo erectus" comenzó a fabricar "hachas manuales Acheulianas" y las fabricó por miles de años, donde quiera que migrara. Esta herramienta en forma de peras de multipropósito, que se llamaban así por el nombre de una aldea francesa donde se encontraron por primera vez, tenían dos bordes cortantes que terminaban en una punta y una masa redonda por otra. El fabricante tenía que diseñarla sacándoles trozos hasta darle la forma deseada.

Este fue un avance importante en las herramientas que caracterizaron a la cultura Oldowan, muchas de las cuales probablemente se descartaban a poco de fabricarse. Pero para fabricar las hachas Acheulianas requerían una capacitación considerable y por eso viajaban con ellas, reacondicionándolas hasta que ya fueran inservibles.

La semejanza de estas hachas encontradas en Africa, Europa y Asia Central, y la obvia intención del fabricante de tener dos filos simétricos sugieren que la capacitación requería más que la simple imitación. Tal vez estas herramientas son la evidencia de las primeras lecciones.

¿Significa esto que el "Homo erectus" era capaz de hablar? La opinión más aceptada es que aquí está el comienzo del lenguaje. Ann MacLarnon del Roehampton Institute en Inglaterra ha estudiado la columna espinal del "Homo erectus" y concluye que ella probablemente no evidencia las estructuras óseas para albergar el control fino del diafragma, que se necesita para propeler el aire a la laringe en entregas complejas en la medida que hablamos. Sin el lenguaje, aparece comprensible la escasa variación tecnológica en el tipo de piedras que ellos fabricaban.

La pelvis del "Homo erectus" es tan pequeña, que el cerebro del recién nacido tenía que ser también pequeño, y por lo tanto tenía que ser muy dependiente. Pero el crecimiento de éste, después del nacimiento, tenía que ser muy rápido, lo que es una característica que se ha mantenido en el hombre moderno.

sabana con el Austrolopithecus robusto, hasta que posteriormente éste desapareciera. Pero en esa época ya había comenzado la migración hacia Europa y Asia. Algunas fechas controvertibles de Java sugieren que el "Homo erectus" estuvo allí muy pronto después que apareció en Africa. Pero parece que probablemente comenzó a migrar alrededor del m
illón de años atrás.

Cercano a los 500.000 años apareció un nuevo tipo de técnica en piedra, llamada "técnica del núcleo preparado". Primero se hacía un núcleo cilíndrico sacándole pedazos a la piedra original, más o menos como se hacía el hacha Acheuliana. Pero luego a esta masa se le sacaban finos trozos, lo que proporcionaba herramientas puntiagudas muy apropiadas para las tareas que tenían que realizar.

Aun cuando la preparación de estas piedras demoraba más, el nuevo método significaba una notable mejoría en la calidad y cantidad de las herramientas finales. Los arqueólogos han descubierto lugares de trabajo de estas antiguas piedras, donde aparentemente se producían estas herramientas. Es así como en aquellos sitios ha sido posible juntar trozos de ellas, reconstituyendo el núcleo de la piedra original.

También tuvo lugar un segundo impulso de crecimiento cerebral, y los fósiles asociados con esta nueva técnica de piedras pasaron a llamarse "Homo sapiens arcaicos". El cerebro más grande fue probablemente una ventaja evolucionaria para las razones sociales, como también para la tecnología. Aparece la capacidad de memorizar relaciones sociales y coopera en la recolección de alimentos y la caza. Todo ello demuestra importantes capacidades mentales.

Pero el cerebro es energéticamente caro. En el hombre moderno representa sólo el 2% del peso del cuerpo, pero consume alrededor del 20% de las energías totales que éste requiere. Leslie Aiello de University Collage London y Wheeler han sugerido que este elevado consumo energético del cerebro tuvo que ser compensado por una reducción en la demanda de energía en alguna otra parte. El hombre moderno tiene un intestino más chico y menos demandante de energía en relación a otros primates, lo que puede estar en relación al cambio de alimentos vegetales y al uso del cocimiento de ellos, que los degrada antes de la digestión y destruye toxinas.

En China, hace 500.000 años el "Homo erectus" aparece usando el fuego en las cavernas. Un uso limitado del fuego pudo haberse extendido a algunas de las especies Homo, que podían también ocasionalmente usar el fuego que ocurría por incendios naturales, para mantener a los predadores alejados en la noche. Y puede ser que el uso del fuego para calentarse en las cuevas haya sido aprendido por el "Homo erectus". Pero las primeras evidencias de las chimeneas rodeadas de piedras vienen de Inglaterra aproximadamente hace 430.000 años.

En aquella época sucedió en Europa una serie de corrientes frías y el control del fuego en esas condiciones fue esencial para poder sobrevivir. Un grupo de humanos, los Neanderthals, que se encontraban en Europa entre los años 150.000 a 35.000, llegó a ser físicamente especialista en estas condiciones. Tenían largos cuerpos y cerebros aun más grandes que el hombre moderno. Ellos usaban técnicas algo más avanzadas, llamadas "Mousterianas". Sus huesos muestran que eran muy musculosos. Morían jóvenes y regularmente sufrían de heridas. Hay algunas evidencias que curaban a los enfermos y enterraban a sus muertos, pero aparentemente sin mucha ceremonia.

Mientras los Neanderthals se estaban adaptando al frío en Europa, estaban evolucionando humanos más parecidos al hombre moderno en climas más templados. Fósiles de hace unos 100.000 años, de cráneos semejantes a los del hombre moderno, se han encontrado en diferentes lugares de Africa.

Hace 50.000 años, estos humanos modernos experimentaron lo que los arqueólogos han llamado "la revolución cultural". A diferencia de los Neanderthals, los humanos modernos desarrollaron la tecnología del cuchillo, creando herramientas compuestas hechas de la conexión de diferentes materiales. Construyeron chozas con colmillos de mamuts, piedra y madera. Realizaron pinturas en las cavernas, enterraron sus muertos en tumbas ornamentadas, intercambiaron conchas, esculpieron figuras e hicieron música.

Los Neanderthals no demostraron ninguna de estas actividades culturales. Pero las dos especies vivieron lado a lado y por miles de años, tanto en Europa como en el Medio Este. La técnica superior y la cultura del hombre moderno les dio una ventaja económica sobre los Neanderthals, que eventualmente desaparecieron.


Inclinaciones artísticas

Hay dudas acerca de si el idioma moderno y el lenguaje se desarrolló en el tiempo de la revolución cultural o si éste había aparecido antes. Algún desarrollo del lenguaje, ciertamente ayuda a explicar la revolución cultural.

Esa cultura humana probablemente vino de Africa y en los siguientes 40.000 años se extendió a todas las partes del mundo, llegando a América hace 14 mil años, sobreviviendo en un medio ambiente extremo.

La población creció rápidamente y comenzó a depletar los recursos tradicionales. Muchas especies se extinguieron, lo que obligó a los humanos a plantar y domesticar.

La "agricultura" parece que emergió hace 10.000 años en forma independiente tanto en el Este como en América. Los humanos abandonaron su antiguo modo de vida nómade, se establecieron, construyeron hogares y ciudades y comenzaron escribir sus acciones. Es aquí donde se dice que termina la pre-historia de nuestra extraordinaria especie y donde comienza la historia.

¿Estamos aún evolucionando? No hay muchas diferencias físicas entre nosotros y nuestros ancestros de hace 50.000 años. Ahora la selección natural no parece ser tan intensa, gracias a la higiene moderna y la medicina. Sin embargo la selección está funcionando a través de diferencias en los ritmos de crecimiento de población alrededor del mundo y entre las poblaciones.

Si miramos atrás, sobre la prehistoria, podemos notar lo que hemos logrado como humanos. En general somos claramente más diestros, imaginativos, habladores, cooperativos, longevos, higiénicos, parentales, con más suerte y conscientes en relación a nuestros ancestros monos. Si podemos aún mejorar en nuestras relaciones, seríamos aún más humanos.


TEORÍAS CONTROVERSIALES DE LA EVOLUCIÓN HUMANA

Los fósiles y la fisiología comparativa han estado abiertas a muy variadas interpretaciones. Así por ejemplo, hace más de 20 años, el escritor Elaine Morgan desarrolló una teoría del biólogo marino Alistair Hardy. Se le llamó la teoría acuática del mono y se argumentaba que el caminar en dos pies, la pérdida del pelo, el desarrollo de tejido adiposo bajo la piel, la transpiración y muchas otras distinciones curiosas entre humanos y monos eran adaptaciones a una vida en tierra. Las teorías de Morgan, que originalmente fueron parte de un análisis de la evolución de la mujer, despertaron agrias y fascinantes disputas.

En marzo de 1997, Simon Easteal y Genevieve Herbert del Australian National University en Camberra, resucitaron una antigua idea del periodista John Gribbin y Jeremy Cherfas, que el mono de Africa sería descendiente de los australopithecus, que eran bípedos. Eastal y Herbert decían que la distancia genética entre los humanos y el mono de Africa era tan pequeña, que su divergencia no podía ser mayor de 4 millones de años. Si esto era cierto, entonces el chimpancé y los gorilas serían descendientes de los caminantes bípedos, los australopithecus. El chimpancé, sería descendiente de las formas más pequeñas y los gorilas de los más robustos.

El descubrimiento reciente en Africa de un mono de 22.6 millones de años de edad, llamado "Morotopithecus" bishopi, ha llevado a algunos paleontólogos a especular que la divergencia entre monos y humanos, con una data de 6 millones de años, podría ser demasiado reciente. En el hecho, la fecha aceptada actualmente se basa en evidencias bioquímicas. En la década de 1960-1970 cuando las evidencias fósiles eran las únicas disponibles, se pensaba que la separación habría ocurrido 10 millones de años atrás o posiblemente 15 millones de años atrás.




Bibliografía relacionada 1996-2002

  • El Papa y la teoría de la evolución

  • Semejanzas y diferencias entre el Hombre y los animales

  • Los antepasados de la especie humana

  • Cuándo y cómo llegó el hombre a América

  • El Hombre de Neanderthal corresponde a otra especie

  • Nuestros ancestros habían sido caníbales. Creces, Diciembre 1997, Pág. 6

  • Parece que el Homo erectus fue más inteligente. Creces, Julio 1998, Pág. 5

  • Aparición del primer Hombre

  • Los artistas de la edad de piedra pintaban porque no hablaban

  • Más sobre los ancestros del Hombre

  • Los inicios de la especie humana en Europa

  • Más habilidades del Homo erectus

  • Cuando el hombre salió de Africa

  • Acerca del origen de los europeos. Creces, Enero 2001, Pág. 13

  • El más antiguo ancestro que anduvo en dos piernas

  • Un nuevo fósil homínido, desconcierta a antropólogos. Creces, Agosto 2001, Pág. 11

  • Restos óseos indican cuando se separaron los humanos de los monos

  • Dos migraciones llegaron a América

  • Se descubre un gene ligado al lenguaje

  • Nuestras diferencias con el chimpancé

  • Nuestros antepasados migraron de Africa antes de lo que se pensaba. Creces, Septiembre 2002, Pág. 3

  • Ancestros humanos aún más primitivos. Creces, Septiembre 2002, Pág. 7


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